Dos historias de amores tardíos.6
Esa tarde vino a casa de María porque se sentía muy triste por no encontrar una nueva pareja, y porque seguía sintiendo la necesidad de tener a alguien a su lado no solo para tener relaciones sexuales sino para compartir la vida.
-Realmente me avergüenza un poco decirte que a esta edad me siento tan triste por estar sin pareja- le dijo muy apenado Jorge- Pero de verdad no he nacido para estar solo. No entiendo como tú puedes lograrlo y de todas maneras sentirte feliz y realizada. Me tendrías que dar tu receta-.
-Y cuándo te he dicho que me sentía feliz y realizada?- le preguntó asombrada María.
-No, no me lo has dicho, pero como nunca te quejas de tu soledad, yo suponía que debía ser porque no es tan pesada para ti, y que logras encontrar en las otras cosas que te ofrece la vida, el motivo suficiente para ser feliz- le aclaró Jorge.
-Pues no sabes que lejos estas de la realidad!- le dijo con cierta amargura María quien sentía que le estaba costando un gran esfuerzo encontrar las palabras para seguir la conversación, pues estaba sintiendo en su garganta un sollozo ahogado.
-Nunca pude entender cómo es posible que siendo tan linda, simpática e inteligente como eres, no hayas encontrado a alguien con quien formar tu hogar-.
-Tal vez porque mi corazón esta cerrado a todos los hombres- le dijo María sintiendo que no iba a poder reprimir el llanto- Tal vez porque se lo entregué a alguien que nunca se enteró que era su dueño y que por ese motivo jamás me lo ha devuelto-.
-Nunca me habías comentado nada al respecto- le dijo Jorge extrañado- y puedo saber quien es ese hombre?-.
María ya no pudo soportar reprimir las lágrimas e irrumpió a llorar desconsoladamente.
Por favor María- dijo Jorge sumamente apenado por sentirse responsable con su pregunta de lo que le estaba pasando a su amiga- Jamás quise hacerte daño, lo sabes bien, verdad?. Perdóname si he sido indiscreto con la pregunta-.
-María le hacia señas con sus manos de que no se preocupara por ella sin decir palabras, pues no podía emitir ninguna.
Él, al ver que seguía llorando se acercó a ella y la abrazó con fuerza.
-Dime cómo puedo ayudarte a calmar tu llanto?- le preguntó Jorge- Jamás te había visto así en mi vida y no se como reaccionar ni que puedo decirte-.
Al tiempo que iba diciendo estas palabras comenzó a besarle los cabellos, luego las mejillas y casi sin darse cuenta rozó sus labios.
María, que en un principio se quedó quieta con el beso, luego de unos segundos, en un arranque contenido durante muchos años le devolvió su gesto, con uno apasionado.
Jorge le respondió de la misma manera y pocos minutos después estaban los dos desnudos tendidos en la cama de su cuarto.
Luego de amarse repetidamente estaban ambos tendidos en la cama con la sensación de haberse encontrado el uno al otro por primera vez.
-Cómo no he podido darme cuenta durante todos estos años del amor que sentías por mi?- le preguntó con total asombro Jorge- Cómo he podido ser tan ciego?
-Tal vez porque me querías mucho como amiga y pensabas que a mi me pasaba lo mismo y nunca se te ocurrió cuestionarte que podría haber otra cosa en mis pensamientos- le dijo María quien ya no tenia ningún temor de expresar sus sentimientos.
-Se que no somos jóvenes- le dijo Jorge- Se que es tarde para reparar el daño que te he hecho. Que ya no podemos pensar en una familia con hijos. Pero tengo la firme convicción de desear con todo mi corazón, de querer dedicarte el resto de mi vida a brindarte un poco de esa felicidad que te he robado sin querer durante todos estos años-.
-Tu no me la robaste- le dijo María- En todo caso la que tiene que cuestionarse por todos estos años de soledad soy yo, por no haberme animado a hablar jamás de mis sentimientos hacia ti. Es que no quería que nada me alejara de ti y siempre supe que nunca dejarías de mirarme como a tu mejor amiga y jamás como a una mujer con la que pudieras tener una relación amorosa-
.-Ya ves cuán equivocada estabas!. Hoy me has hecho sentir mas hombre de lo que nunca lo había sido- le dijo Jorge con extrema sinceridad- Nunca antes había sentido lo que acabo de vivir gracias a ti-.
-Tampoco yo había gozado antes de una relación sexual como lo he hecho esta tarde- le dijo María con lagrimas en los ojos- Me has hecho sentir una mujer total por primera vez en mi vida-
-De ahora en mas vamos a tratar de recuperar el tiempo perdido- le dijo sonriente Jorge mientras comenzaba a besarla nuevamente.
Se volvieron a dejar arrastrar por la pasión.
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