El estilo del borracho

Popularizada en las películas de Jackie Chan.

   El estilo del borracho, es una técnica genuina y singular de las artes marciales chinas, que tiene su base en las tradiciones budistas y taoístas.

   Aunque no constituyó un estilo aparte, sí aparece como forma específica en casi todos los estilos de Kung Fu que se desarrollaron posteriormente a su aparición.

Las formas del Borracho son de las conocidas “formas perdidas”, es decir técnicas que por sus posibles efectos mortales debían ser transmitidas únicamente a unos pocos alumnos en los que se tenía depositada mucha confianza.

Los orígenes

El origen de este modo de lucha que emita a una persona ebria, se remonta casi a un milenio atrás. En el período de la dinastía Sung (960-1206), por esta época vivió un luchador muy conocido Lu Chi Sam, que se refugio en el monasterio budista de la Montaña Wu Tai y se hizo monje, para escapar de las autoridades después de que una noche por su embriaguez mató a un hombre accidentalmente. Una vez instalado  en el monasterio Lu siguió bebiendo, hasta que una noche llegó más borracho que de costumbre y los monjes hartos por esta situación decidieron prohibirle la entrada, lo que provocó la rabia de Lu derrotando  a más de treinta monjes y derribando las puertas del Monasterio.

   A la mañana siguiente empezó a rememorar todo  lo ocurrido el día  anterior, pensando en el tipo de movimientos y de  técnicas  de lucha que había utilizado para llegar a ese resultado demoledor, y decidió practicarlas de manera asidua y organizada. Entonces se decidió a enseñar  ese nuevo método de pelea, naciendo así lo que hoy se conoce como el estilo del borracho. Por entonces, al estilo de Lu se le llamó el Lohan Borracho, refiriéndose al primer estado de Buda (“Lohan”)

   Cuando el taoísmo penetro en la cultura de China, la tradición precedente del borracho se vio enriquecida con las figuras mitológicas de los ocho inmortales, la leyenda cuenta como los ocho inmortales acudieron a la fiesta de la Emperatriz de Jade, madre del Emperador de los 33 cielos.

   Después de haber bebido mucho los ocho inmortales se les ocurrió poner a prueba sus poderes, con lo que consiguieron provocar una furiosa tempestad oceánica. El palacio de cristal del fondo del mar, residencia del Rey Dragón, señor de las aguas, se tambaleo perdiendo la paz reinante.

   Sobre estas dos tradiciones, la budista y la taoísta, se asentaron las formas marciales del borracho que se desarrollaron más tarde en los diferentes estilos de Kung Fu. Dentro del estilo Choy Li Fut, se mantienen las dos herencias culturales con sendas formas: la forma del Buda Borracho y la forma de los Ocho Inmortales Borrachos, siendo la primera la principal y una de las más secretamente guardadas por los antiguos maestros a causa del poder mortífero que otorgaba a sus ejecutores. También se le denomina “Forma del Ojo de Fénix del Borracho” o, simplemente, “forma del Puño Borracho”. El nombre le viene dado por el golpe que más utiliza, el puño de ojo de fénix.

Entrenamiento

   Hoy en día las formas del Borracho son ignoradas en muchas escuelas y estilos de Kung Fu, pues se han perdido para ellos. En los estilos que sí se mantienen, como el caso de Choy Li Fut, estan consideradas dentro de las formas más avanzadas y no siempre se enseñan. Este estilo de pelea va más allá de la mera actuación, ya que el estado de ánimo del artista marcial influye mentalmente en cada movimiento, esta serie de movimientos deben surgir de un modo libre, fluido, relajado y natural.

   Las posturas nunca deben exagerarse, enfatizarse demasiado o resultar excesivamente artificiales, pues de lo contrario parecerían forzadas e incluso torpes.

El conjunto de movimientos no deben ejecutarse a una velocidad uniforme. La eficacia de este juego simulador consiste en hacer que el adversario se confíe y ocultar la posibilidad de un golpe mortal, la cercanía de un agarre que le desequilibre o le inmovilice o la posibilidad de la presión en algunos nervios especialmente sensibles. En definitiva, la más alta ejecución del Kung Fu del Borracho se alcanza cuando el artemarcialista interioriza el papel que representa y sin estar limitado por esquemas fijos en el movimiento corporal. Lo que nunca serán diferentes son la aplicación marcial de las técnica y el poder interno que llega a aplicar, escondido sutilmente bajo las formas, y que son fruto de muchos entrenamientos.

 Prof. Mauricio Mendoza y Claudia Ochoa