Tarot del Amor: las consultas más frecuentes

Suele pensarse que quienes consultan el tarot del amor lo hacen movidos, en su mayoría, por el deseo de saber si encontrarán pronto pareja. Sin embargo, la mayoría de los consultantes se acerca al tarot del amor con otras inquietudes. Se trata, en general, de personas que ya se encuentran en una relación. Y pasada la euforia inicial, sienten nacer toda clase de dudas e inseguridades sobre la pareja.

No es de extrañar, entonces, que una de las consultas más habituales al tarot del amor busque indagar en los sentimientos de la persona amada. ¿Qué siente verdaderamente por mí? ¿Me ama tanto como yo a él/ella? ¿Es la persona ideal para mí? O ¿Será mi pareja definitiva? son algunas de las dudas más comunes antes de apostar fuerte por una nueva relación.

También se recurre frecuentemente al tarot del amor ante reiterados fracasos de pareja. En estos casos, quienes consultan no buscan tanto conocer los sentimientos de otra persona, como descubrir las causas que los llevan a cometer una y otra vez los mismos errores.

Ante una crisis de pareja, las consultas al tarot del amor suelen reflejar el miedo a la existencia de un tercero en discordia. De no ser así, quien consulta querrá seguramente conocer más sobre los sentimientos tal vez callados por su pareja, para así decidir si vale la pena luchar para salvar la relación o si es mejor afrontar el dolor de la separación y seguir adelante.

En algunas ocasiones, sin embargo, las cartas del tarot del amor revelan algo que el consultante no quiere ver, cómo los verdaderos motivos, muchas veces inconscientes, de sus fracasos amorosos. O su propensión a ver fantasmas de infidelidad donde no los hay, quebrando la armonía de la pareja con celos infundados. O tal vez el empecinamiento por aferrarse a una relación que ya no tiene ningún futuro. En esos casos, es importante tener en cuenta que poca ayuda nos brindaría el tarot del amor si nos dijera sólo lo que queremos oír. Y que, por el contrario, el servicio más valioso que el tarot del amor nos presta tal vez no sea revelarnos las intenciones de los demás, sino poner a nuestro alcance las herramientas para un autoconocimiento más profundo. Porque quien no se conoce a sí mismo, no puede conocer profundamente a los demás. Ni comprometerse de una manera verdaderamente profunda Y sin ese requisito, no hay relación duradera posible.

Jesus Thompson

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