Trabajo Social en el abordaje del cancer de mama

En muchas culturas los senos tienen un significado muy especial en una mujer, ya que, se utilizan como signo de maternidad sensualidad,  y feminidad de esta forma los senos se relacionan directamente con la salud y la abundancia. A diferencia de alguien a quien le es amputado un brazo o una pierna, donde la limitación existencial es evidente, la mujer que pierde un seno supone que no tiene ante sí un impedimento realmente funcional que limite su vida, pero sucede que la mayoría de las pacientes presenta un cuadro de depresión y trauma que se asocia con una cuestión que va más allá de lo estético la mujer ha perdido el elemento físico que le concede su identidad de género.

El cáncer de mama se caracteriza  por el  crecimiento incontrolado de células, es capaz de producir metástasis esto es que contiene células que son como aquellas del tumor original (primario). En mujeres constituye una de las primeras causas de mortalidad en el mundo. Esta enfermedad afecta la imagen corporal y el auto-concepto, el cual es definido por Roy como la noción individual de si mismo con énfasis en respuestas emocionales internas y externas.

El cáncer se está convirtiendo en un factor cada vez más importante en la carga de morbilidad mundial. Según la OMS actualmente hay 24,6 millones de personas con cáncer; se calcula que en 2020 habrá 30 millones. Para entonces, el cáncer podría matar a más de 10 millones de personas al año. Según las previsiones, el número estimado de casos nuevos de cáncer al año aumentará de 10,9 millones en 2002 a 16 millones en 2020 si se mantiene la tendencia. Alrededor del 60% de esos casos se producirán en las zonas menos desarrolladas del mundo. Hoy en día mueren de cáncer casi 7 millones de personas al año en el mundo.

En México este tipo de cáncer ocupa la segunda causa de muerte en la mujer después del cáncer cervicouterino. Según datos proporcionados por INEGI, la mortalidad por cáncer mamario en México, mantiene una tendencia ascendente con algunas variaciones en los últimos registros. En 2002 se notificaron 3,822 muertes por esta causa, lo que corresponde a una tasa de mortalidad de 15.18 defunciones por 100 mil mujeres de 25 años y más.

Esta tasa representa la cifra más alta jamás alcanzada por el país y significa que diariamente mueren un poco más de 10 mexicanas por cáncer mamario.  Se estima que cada año se diagnostican un poco más de un millón de casos de esta enfermedad. Los países y regiones más desarrolladas tienen las más altas tasas de incidencia, sin embargo, su impacto no se encuentra restringido a países plenamente desarrollados ya que de los 412,000 fallecimientos anuales asociados a cáncer de mama, 60% de ellos fueron registrados en países en vías de desarrollo.

Para las mujeres el balancear diversos aspectos como lo es la familia, las amistades y sus múltiples responsabilidades es bastante desafiante, pero agregarle a esto undiagnóstico de cáncer de mama significa más estrés aún.

Un diagnóstico de cáncer puede:

Los interventores sociales que trabajamos con las familias en el contexto del trabajo social tenemos una ubicación privilegiada para operar no solo en el interior de las familias sino también en su contexto social que define y a la vez es definido también por los grupos de convivencia que lo forman. Por ello los trabajadores sociales debemos ser, antes que facilitadores de recursos, analistas de las situaciones.

Debemos asegurarnos de que la demanda que se nos hace realmente satisface la necesidad de quien acude a nuestro servicio y conocer a la familia que nos pide ayuda. Indagar si la mediación será útil en el caso que nos ocupa es importante, pues no se puede mediar sin conocer realmente los sistemas en los cuales pretendemos intervenir. Para intervenir en familias es importante conocer tanto la forma de operar de los sistemas familiares en general como la estructura, la dinámica y el contexto de las familias concretas sobre las cuales vamos a intervenir.

La complejidad de nuestros conocimientos sobre las ciencias humanas nos obliga a tener una gran especialización técnica. La especialización técnica implica profesionalización y mayores conocimientos sobre un tema especifico, el conocimiento especializado confiere un gran poder al profesional, poder que puede ser utilizado a favor del usuario o del propio profesional.

Virginia Satir menciona: “usarnos como trabajadores sociales“ es una tarea solemne, si queremos ser dignos de esa labor necesitamos continuar el desarrollo de la humanidad y madurez. Estamos trabajando con vidas humanas; no importa la técnica, filosofía o escuela de terapia familiar a la que pertenezcamos, lo que hagamos con otros debe ser canalizado  a través de nosotros  mismos como personas. Somos personas que trabajan con personas, necesitamos la capacidad de comprender, de mirar, escuchar y comprender a quienes recibimos. Se necesita la capacidad de crear las condiciones por las cuales somos vistos, escuchados, tocados y comprendidos.

El trabajador social debe estar dispuesto a prestarse siempre como compañero en el proceso de cambio, y aunque posee facultades especiales en las relaciones humanas, esto no significa que sea superior a los miembros de la familia en un nivel humano. En esencia el trabajador social debe estar dispuesto a vivir con la ambigüedad de un sistema muy dinámico, en un estado de flujo constante, con muchas variables. La inestabilidad exterior del proceso exige que el profesionista sea congruente, equilibrado y fuerte por dentro.

El cáncer de mama constituye un problema grave de salud, por ello conviene realizar estudios sobre el cáncer de mama, además los resultados obtenidos beneficiarán no solo a las pacientes que padecen ésta enfermedad, sino también a sus familiares y a la población en general.

La familia, es quien más tiempo esta con el enfermo y por lo tanto es la que debe llevar a cabo los cuidados de la manera más integral posible, sobre la misma recae el peso de los cuidados del paciente. Según el apoyo y el soporte familiar podremos predecir cómo será la adaptación del enfermo, así como la aceptación del tratamiento y las complicaciones que puedan ir surgiendo. Igualmente la familia tiene un poder de amortiguación de todas las tensiones que se van generando a lo largo del proceso.

Las mujeres que han pasado por el diagnóstico de cáncer, terminado el tratamiento se encuentran sin saber que hacer. La familia y amistades, aliviados que “haya terminado” la enfermedad, por lo general están más que listos a regresar a lo que fuera lo normal antes del diagnóstico. Pero como todas las heroínas que se ven obligadas a luchar en tierras desconocidas, las pacientes han regresado de su jornada no siendo las mismas. Si bien la geografía del mundo exterior no ha cambiado, su paisaje interno si lo ha hecho.

En nuestro país, la reglamentación para la prevención, tratamiento y control de cáncer de mama en atención primaria a la salud, expresa que la prevención debe efectuarse a través de la educación y la promoción a la salud, la cual comprende actividades educativas a la población en general, con atención a las mujeres con mayor riesgo.

Las mujeres pueden tener un papel decisivo en la detección precoz del cáncer de mama. Así, deberían interesarse por las siguientes cuestiones: Mamografía, Exploración clínica de la mama (exploraciones de la mama por parte del médico) y Autoexploración de la mama. Muchas mujeres optan por explorarse ellas mismas la mama una vez al mes. Es importante señalar que la mama de cada mujer es diferente y que además cambia debido a la edad, ciclo menstrual, embarazo, menopausia, o la toma de anticonceptivos orales u otras hormonas. Es común que la mama esté hinchada y muy sensible antes o durante la menstruación. La mujer tiene que consultar con su médico cualquier cambio que experimente en sus mamas tanto si lo ha detectado durante la autoexploración de la mama como si ha sido en otra situación.

Las estrategias educativas que incorporan la colaboración activa de la mujer en el autocontrol de su proceso de salud o enfermedad es cada día mas importante, no se puede seguir considerando al individuo como un objeto solo del proceso de atención a la enfermedad, su participación es decisiva en la prevención de patologías

MarthaHernandez, estudiante de la lic. en Trabajo Social, Mex. Gdl Jal.