Los Enamorados en el tarot del amor
Los Enamorados es quizás la carta más paradigmática del tarot del amor. Cuando pensamos en este arcano, en seguida lo asociamos con la consulta sentimental. Pero quedarse en esta dimensión solamente es contemplar sólo una faceta parcial de la riquísima significación de este arcano mayor. En la saga de los arcanos mayores, los Enamorados, es la carta número seis, un número par que refuerza la idea de duplicidad que este arcano tan bien expresa. Para que esta dualidad alcance la armonía es necesario conciliar los opuestos. El amor, las buenas relaciones, solo serán posibles cuando los opuestos encuentran la armonía. Lo positivo y lo negativo se atraen mutuamente, lo que es en definitiva una ley física. Y en esta carta se expresa de manera muy completa el estado de equilibrio y balance que ambas partes de la pareja alcanzan.
Los Amantes es un arcano regido por el aire, uno de los cuatro elementos primordiales. La unión de la pareja cuenta con la bendición de un ser Superior, de Dios o del destino. Las emociones dominan la escena cuando este arcano sale revelado. Pero, el amor es una potencia muy poderosa, que que usada neciamente puede quemar. En consecuencia, este es el lado negativo de la carta: si el individuo no puede controlar sus pasiones, resultará gravemente dañado. Esto es remarcado por la aparición del Diablo. Cuando estas dos cartas salen juntas, es un llamado de atención para el consultante: es necesario controlar las pasiones, y volver a un plano más material.
Si observamos la carta de la versión Waite-Raider, el hombre observa embelesado a la mujer, y ambos están desnudos. Por mirarla a ella, el hombre no advierte al ángel posado sobre ambos. Esto es un aviso de que por más que parezca que el amor es algo de este mundo, en especial el amor sexual, no debemos olvidar nunca que hay una dimensión divina que nos atraviesa.
La carta de los Enamorados, aún en el tarot del amor, nos recuerda que todo se reduce a una elección personal, y que es por último la elección de cada uno, sea de manera consiente o no, lo que determinará nuestro destino. No hay nada escrito, sino que el hombre goza de libre albedrío, hasta en las cuestiones del amor. Uno no puede elegir de quién enamorarse, pero si puede elegir qué rumbo tomar. Cada cual es autor de su propio destino, así nos lo recuerdan las cartas del tarot.
Juan Carlos Montillo
Tarot del Amor
Registro automático