El 'gas natural' es más dañino que el CO para la humanidad
El Monóxido de Carbono (CO) es tóxico porque envenena la sangre impidiendo el transporte de oxígeno en el cuerpo humano o animal.
El CO se combina fuertemente con la hemoglobina de la sangre y reduce drásticamente la capacidad de transportar oxígeno. Es responsable de la muerte de cientos de trabajadores en las minas de carbón, fundiciones metalúrgicas, siderúrgicas, incendios y lugares ‘confinados’.
Este gas de carbono es supremamente más peligroso para el hombre.
Es sabido, por otro lado, que al quemar las moléculas del llamado ‘metano’, llamado industrialmente “gas natural”, en presencia del oxígeno, se produce una combinación de agua y dióxido de carbono, éstos son liberados fácilmente a nuestra atmósfera con la quema de carbón o de petróleo en las industrias siderúrgicas, metalúrgicas convencionales o fundiciones no metálicas.
Es mediante la quema del gas metano en las centrales eléctricas que se libera la energía que impulsa mecánicamente las turbinas que generan la electricidad, mediante el proceso de inducción electromagnética, al igual que con la quema de petróleo.
El excremento y la misma carne de nuestras ganaderías, aparentemente de animales “sanos” se están desarrollando en ambientes cada vez más impregnados con metano del ambiente (lluvias, aguas, pastos).
La combustión incompleta de la gasolina o el gasoil en los motores de los vehículos, produce CO.
Recordemos que el “gas natural” o sea el mismo “metano” es emitido a la atmósfera procedente de cuatro fuentes, en casi las mismas proporciones: agricultura, ganadería, tratamiento de residuos fósiles y de las emisiones naturales en las zonas húmedas.
De aquí que un escape de gas metano a la atmósfera es mucho más nocivo que una emisión comparable de dióxido de carbono tras la quema del mismo.
Dada su alta retención de radiación, el metano es uno de los peores gases del efecto invernadero, por lo que el gas “natural” realmente es de por sí una sustancia contaminante nada verde y contribuye activamente al calentamiento global cuando es liberado a la atmósfera.
El “gas natural” no es realmente una fuente de energía limpia ni tampoco es tan natural. La única razón por la cual se le llama a este gas “natural” es porque, como cualquier otro gas en la atmósfera, existe sin el artificio del ser humano y es la menos sucia entre las fuentes de energía no renovables.
Entonces, lo que se transporte por la llamada ‘vía verde’ con el nombre de ‘gas natural’ es otro combustible fósil más, a la larga igual de sucio, igual de puerco e igual de contaminante que el combustible que explotó y ardió como el caso de CAPECO (google).
No importa cuánto menos dañino sea el “gas natural” en relación al petróleo, este sigue siendo un hidrocarburo y un combustible fósil.
El metano es un gas más potente que el dióxido de carbono para atrapar el calor, aunque no dura el mismo tiempo en la atmósfera. Un año de emisiones de una represa grande, tiene un impacto de calentamiento equivalente a más de 20 años de 7.5 billones de toneladas de dióxido de carbono -esto es más alto que las emisiones totales de dióxido de carbono que se emiten por la quema de combustibles fósiles en los Estados Unidos. (fuente).
Los científicos han registrado un aumento de un tercio en la cantidad del gas metano que se filtra en la capa subterránea de hielo permanente del Ártico en los últimos cinco años, lo que podría resultar en un incremento de 10 grados de la temperatura media de la zona para el año 2100.
Este descubrimiento, llevado a cabo por científicos de la Universidad de Edimburgo y publicado en la revista Science, es fruto de varias investigaciones realizadas en los últimos años en la zona Ártica que apuntaban a que el permahielo se estaba derritiendo y liberaba metano en grandes cantidades.
La capa de hielo todavía no derretida encierra billones de toneladas de metano, un gas invernadero mucho más dañino que el dióxido de carbono, lo que ha llevado a muchos científicos a describir el derretimiento del permahielo del Ártico como una "bomba de relojería" que podría acabar con los esfuerzos por contener el cambio climático.
El cambio climático en el Ártico, donde se está desarrollando dos veces más rápido que en el resto del mundo, se explica por el reciente incremento continuado de los niveles de metano globales en la atmósfera desde 2007, tras una década de emisiones estables de este gas.
En conclusión “el dióxido de carbono es 21 veces menos dañino que el metano”. En otras palabras, es al “gas natural” que hay tenerle respeto, cuidado, atención o mayor estudio.
Esperamos que la Conferencia en Cancun no sea otro simple ‘saludo’ sino el inicio de otra mentalidad, otras acciones, otros compromisos y otras denuncias jurídicas sancionables.
Eliseo, el articulo es muy interesante, ¿pero que alternativa sugieres para suplir el servicio que obtenemos del gas natural?
Felicidades.
Sería buena idea darle entero crédito al autor del artículo original: Javier Román para Mi Puerto Rico Verde. Gracias :)
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