La Rueda de la Fortuna. Del tarot egipcio al tarot gitano
Uno de los pocos arcanos cuyo significado e interpretación se han mantenido casi idénticos desde los milenarios orígenes del tarot, en el antiguo Egipto, hasta el día de hoy es el arcano mayor X, la Rueda de la Fortuna. La lectura que el tarot gitano hace hoy sobre este arcano es muy similar a la del antiguo tarot egipcio. Las raíces filosóficas de la tradición hermética se mantienen prácticamente intactas con su valiosa enseñanza. Entender el mensaje de la Rueda de la Fortuna es comprender el devenir del Universo, con sus ciclos eternos. Una comprensión que posibilita una profunda evolución de la conciencia y abre la puerta hacia una vida más plena y más feliz.
Para la tradición del tarot egipcio, este arcano recibe el nombre de La Retribución. Retribución que proviene del principio de la Compensación. Es decir: la rueda de la vida nunca deja de girar, y en sus infinitas vueltas alcanza la regularidad, un orden asegurado por los principios de karma y de causa y efecto. Al tratarse de un ciclo sin final, circular, todo vuelve una y otra vez, lo bueno y lo malo. Esta baraja habla entonces de la necesidad de entender este círculo como un puente hacia la perfección espiritual. De esta forma, todo lo que retorne será positivo. Este arcano enseña también a comprender lo fugaz de cada uno de los períodos de la existencia: ni la buena ni la mala fortuna durarán para siempre.
El tarot gitano retoma en gran parte esta interpretación del arcano X. En este caso, las cartas que la acompañen en la tirada serán decisivas para comprender de manera global el mensaje de la Rueda de la Fortuna. Acompañada de cartas positivas, es indicio de que quien consulta ha generado un buen karma, ya sea en esta vida o en vidas pasadas, y podrá disfrutar por tanto de las retribuciones y recompensas que el círculo del eterno retorno trae hacia él. Si aparece acompañada de cartas negativas o mal dignificadas (invertidas) se potenciará el aspecto de fugacidad del que hablábamos más arriba. Las riquezas o conquistas obtenidas pueden entonces evaporarse como por arte de magia antes de que logremos darnos cuenta. Una vez más, el camino del crecimiento espiritual, el desapego y la generosidad, nos enseña este arcano, son los que permiten que el eterno devenir del Universo traiga sólo cosas buenas a nuestras vidas.
Juan Carlos Montillo
Tarot Gitano
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