El tarot, amigo en los momentos difíciles
Existen situaciones de la vida que nadie desearía estar atravesando. La miseria humana, la desgracia, las pérdidas y los malos momentos son comunes a todos los hombres, independientemente de su riqueza personal, o de su sabiduría. Nacemos llorando, el llanto y el sufrimiento nos han de acompañar a lo largo de toda la vida. Esto es bueno, pues es lo que nos hace auténticamente humanos. Sin embargo, también es humano el querer escapar de estos malos instantes, y buscar cada uno de los recursos que estén a nuestro alcance para sortear las dificultades. Es por eso, el tarot es amigo en los momentos difíciles.
El tarot encierra una importante sabiduría en sus arcanos. Cada uno de estos representa un arquetipo que forma parte del inconsciente de toda la humanidad, independientemente de tribus, sociedades, o culturas. Un arquetipo es un personaje que juega algún rol importante en la mecánica de la psicología del ser humano: el amor, la fortuna, la muerte, el pasado, los enemigos, la fuerza sin control del destino, todos esos y otros más están representados en los arcanos del tarot.
El tarot es, en consecuencia, un medio para lograr una sabiduría superior, a la que se llega a través de la introspección, de los mensajes que un ser superior, más sabio y que todo lo ve, tiene para nosotros. Pero quien crea que el tarot es una especie de código, a la que a cada carta le sigue una explicación determinada, está muy equivocado. Una de las características más interesantes del tarot es la capacidad de poder proyectar la realidad de cada consultante en las barajas están reveladas en la tirada. Por eso, un determinado arcano, por ejemplo el Sol, puede representar una cosa para una persona, pero algo muy diferente para otra. Es la sabiduría de quien conduce la tirada, un don natural de nacimiento, que le dirá a qué atribuir cada significación.
El tarot no es impersonal, cobra toda su significación cuando se lo relaciona con la persona que está realizando la tirada. Es una herramienta, una puerta que se puede abrir, el tarot es amigo en los momentos de duda, de consulta. Pero, existe una gran verdad, y es que no todos ven la realidad tal cual es, no todos quieren ver lo negativo, o las cosas malas que se pueden avecinarse. Es mpor ello que la lectura del tarot exige disciplina, conocimiento, y mucha fe.
Registro automático