La Educación y la mujer a lo largo del tiempo

En tiempos de la antigüedad, ser mujer era muy difícil, gran parte de sus derechos  como: a la educación, a una plena autonomía, a la participación pública, no eran reconocidos, eran vistas como seres inferiores en relación al varón.

Reconocidos filósofos de aquella época como Aristóteles, reforzaban estas concepciones sobre la mujer.Tuvieron que pasar muchos siglos para superar esta segregación de la que fueron objeto.

Entrada la etapa medieval, la misma que social, económica y culturalmente  era bastante atrasada no hacía sino brindar algunas posibilidades de desarrollo al varón.

 Fueron muy escasos los espacios educativos para la mujer especialmente en la Roma antigua. La historia nos da a conocer que hubo mujeres destacadas en el campo de las ciencias y artes, especialmente en la medicina. La mayoría de mujeres especialmente de los estratos altos aprendían  aspectos relacionados a la piedad, el cuidado de la vida familiar, al cumplimiento de los deberes conyugales, algunas tareas domesticas como bordar, tejer, coser, entre otras.

La educación orientada al desarrollo intelectual era un tema de dones. La iglesia a lo largo de este tiempo denominado como el del oscurantismo, no hacía sino subrrayar la discriminación de la mujer. 

Durante la etapa renacentista Siglo. XV, se incrementan y extienden  las posibilidades de avance cultural del varón con la aparición de la imprenta. Como es de suponer el libro impreso resulto una gran fuente de información y conocimiento. Se consagra el poder del varón,  de la sociedad  patriarcal y la mujer siguió postergada al espacio familiar, a la vida conventual. El mundo rural era definitivamente mucho más duro.

Excepcionalmente se conoce de mujeres que en estas situaciones difíciles, logran acceder y alcanzar  a una formación educativa bastante  cultivada, sobre todo en la vida conventual, lógicamente trastocando las normas establecidas. 

Posteriormente hay valorables esfuerzos por la búsqueda de mejores condiciones educativas para la mujer, pero será  luego de la primera guerra mundial  que requería del concurso del varón, cuando las mujeres  - en un número muy importante -se ven en el imperativo de asumir  labores siempre asumidas por aquellos, dejando apreciar sus capacidades y potencialidades.

El desarrollo de la industria  fue incrementando la participación de grupos de población educada, generando a la mujer mayores oportunidades, fundamentalmente en el mundo urbano. 

Los años 50 y 60 fueron bastante significativos para la mujer al extenderse el acceso a la educación, se  reconoció su derecho al control de la natalidad.

Muchos países desde los 900, fueron reconociendo su derecho a la ciudadanía y lógicamente a la participación ciudadana. 

Es innegable que se van dando importantes pasos hacia la equidad de género en la mujer, pero no podemos dejar de señalar que este nuevo milenio, muestra brechas  aún grandes no solo en el acceso a la educación, también en la permanencia en la escuela y en el éxito escolar.

El acceso a la educación superior a nivel mundial es también evidente, pero resulta igualmente menor en proporción al grupo masculino. Por ello, el ingreso al mundo del trabajo en sus niveles más representativos y al mundo político y el poder continua bastante limitado para la mujer.

 En muchos países como  África y América Latina el más inequitativo en el terreno lo social y económico, las diferencias son muy evidentes.

La cobertura de la educación es bastante buena, se va logrando el acceso de casi un 80% de niños a la escuela primaria, no así a la educación secundaria y menos a la educación a los menores de 5 años. La mujer no ha accedido a la escuela ni ha alcanzado la educación básica en igual proporción que el varón. 

Es justamente en el mundo rural donde  la mujer sigue aún excluida del servicio educativo principalmente por los prejuicios fuertemente arraigados en contra de la superación de la mujer además de otras limitaciones como la escasa atención a este espacio geográfico.

 Esperamos que este siglo que plantea muchas expectativas para el resguardo de nuestro ecosistema, el medio ambiente, del agua y de otros recursos indispensables para asegurar mejores condiciones de vida humana, no deje de pensar y asegurar una mayor visibilidad  y participación de la mujer en todos los escenarios.

Mucho dependerá de lo que las mujeres, especialmente TU, permitamos que ello suceda, lo importante es seguir adelante.

Desde este lado de la mágica bruma

Sonia Ascue Bravo

http://paratimujerhoy.blogspot.com/