Control Mental: Los porqués del control mental y la propaganda

Imagínate que alguien más decide lo que vas a llevar puesto todos los días, lo que vas a comer, con quién vas a hablar (y con quién no), lo que vas a decir, cómo lo vas a decir, lo que vas a hacer y cómo lo vas a hacer…

A todos nos gusta pensar que estamos en control de nosotros mismos pero en el momento en el que decidimos comprar tal o cual marca o cuando no podemos hacer algo porque está prohibido en realidad estamos permitiendo que alguien más piense por nosotros.

Pero eso no tiene por qué ser malo. El que otra persona decida por ti no tiene por qué tener nada de malo si te gusta la elección que te están ofreciendo.

La cosa es que en realidad decidimos mucho menos de lo que creemos que decidimos porque para poder vivir harmoniosamente en comunidad es necesario poner ciertos límites a lo que las personas pueden hacer…

Por eso es que desde hace milenios existe la propaganda política que no es otra cosa que un sistema de símbolos, rituales y comunicaciones enfocadas a controlar la mente del pueblo.

La idea es que es mucho más inteligente dirigir una sociedad como una unidad que permitir que se fragmente y que funcione como cientos de miles (o millones) de unidades separadas que trabajan en disonancia.

Piensa en un acorde. Si tocas una nota, por ejemplo Do, hay ciertas notas que puedes tocar al mismo tiempo para producir sonidos más ricos y más complejos. Por ejemplo, Sol. Si tocas Do y Sol al mismo tiempo, por ejemplo, produces un acorde bastante simple y harmonioso a la vez (una quinta). Si tocas Do, Mi y Sol al mismo tiempo entonces produces lo que se conoce como un acorde de Do Mayor.

Otro ejemplo es como las empresas gracias a su jerarquía pueden alcanzar metas que de otra manera los individuos por sí mismos tendrían muchas dificultades para alcanzar o cómo cuando el trabajo en equipo es bien administrado permite facilitar la carga de trabajo a todos (es el principio detrás del Taylorismo) y cuando está mal administrado se vuelve un peso suplementario.

Esto no quiere decir que puedas usar el orden social como escusa para no hacer algo (o en caso contrario, para hacerlo). Tampoco quiere decir que no puedas hacerlo (claro que puedes). Lo que significa es que si aprendes a ser consciente de los mecanismos de control mental que suceden a tu alrededor y que tienen influencia sobre ti, eso te permite tomar decisiones conscientes sobre si quieres o no permitir que te afecten.

La cosa es que si no eres consciente te van a afectar pero no te vas a dar cuenta de ello. De ahí el interés por “desarrollar la consciencia” que vemos por ejemplo en el New Age.

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