Para superar la mediocridad de nuestro trabajo

Vivimos en un mundo competitivo. Nuestra especie sigue aquí porque ha ganado, por el momento, la carrera de la supervivencia. Pero como sabemos, nada es permanente. Excepto el cambio, claro. Nosotros mismos estamos sometidos a las mismas leyes implacables. No importa en cuál rama nos desempeñemos profesionalmente.

Pareciera que todo tiende a perecer. Por eso no tenemos más remedio que reconocer que existe una amenaza constante de ser superados. Estando obligados a buscar y, sobre todo, a dominar todos los secretos del trabajo que hacemos. De fracasar en ese empeño, seremos tragados por la evolución.

Qué se nos ocurre entonces para mantenernos al día. Bueno, lo más evidente es estudiar, repasar lo que ya sabemos. Buscamos los escritos más actuales sobre la temática que se relacione con nuestro quehacer diario. Pasamos algún tiempito navegando en Internet y nos rompemos la cabeza preguntándonos cómo mantenernos al día en nuestra labor.

Una vez más se nos escapan detalles importantes. No se trata de mantenernos al mismo nivel. Si eso es lo que creemos será fácil para la competencia llegar a nosotros. Lo que tenemos que hacer es mejorar, no mantenernos.

Sí, es verdad, para eso hay que mantenerse bien informados. Hay que estar al día de cada nueva cosa que salga dentro de nuestro campo. Pero no olvides que tu competencia está haciendo lo mismo que tú. Te está siguiendo los pasos.

De ser esa tu única estrategia no tiene un buen pronóstico tu prevalencia. Tienes que hacer algo más que conformarte con lo último que sale a la luz. Después de todo, esas cosas son creadas por alguien más. Te imaginas que hubieras sido tú el autor de esos adelantos o novedades. Sería magnífico, ¿verdad?.

Pero entonces por qué no lo consigues a pesar de que te esfuerzas. La respuesta es simple. No basta con los conocimientos. Necesitas algo más y que, afortunadamente para ti; está al alcance de tus manos.

Piensa un poco. ¿Qué se necesita para mejorar lo que haces? Porque precisamente éste es uno de los pocos casos en que puede admitirse que la respuesta está en la misma pregunta. Y así es, la mejor estrategia para mejorar el resultado de tu trabajo es volverte el peor de tus críticos. Tienes que formularte esa pregunta muchísimas veces.

Pero que se entienda bien. No es atacar tu trabajo porque eso tendería a desalentarte. Y tú necesitas mucha motivación para lograr adelantos. Lo que quiere decir aquí la palabra “crítica” es estarse preguntando todo el tiempo cómo puede perfeccionarse lo que haz hecho.

Siempre hay detalles que pueden ser mejores. Como son miles o infinitas las maneras de darle solución a lo que enfrentas en tu trabajo, generalmente habrá mejores soluciones. Una vez que tengas una solución y la pongas en práctica, cuestiónala. Ponte a pensar qué defectos tiene esa forma de solución. Y luego qué otras soluciones mejores se pueden aplicar.

Esa es la mejor manera de encontrar el talento necesario para revolucionar una idea. Hay que mantenerse crítico con las cosas. Con todas las cosas, no solo con el producto o servicio que proponemos nosotros. Tienes que mirar también el de la competencia. Haz que las deficiencias de ellos trabajen para ti.

Puedes crear un producto muy competitivo concentrándote en superar las deficiencias de la competencia. Pero no te limites, extiende tu mirada crítica a todo cuanto puedas. Mira a tu alrededor y pregúntate a ti mismo cómo pudieran ser mejor las cosas. El hábito de ser algo inconformes es el secreto. Es la poderosa herramienta para lograr ideas brillantes en muchos ámbitos.

Así que no te vuelvas un simple consumidor de los aportes que hacen otros. Conviértete a ti mismo en un proveedor de ideas nuevas. Estudia, prepárate, mantente al día pero sobre todo mantente “inconforme”. Solo la inconformidad con algo mueve al cambio. Ese es el don, saber ver una oportunidad de mejoría ahí donde los demás ven que todo está bien.

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