Protege tus bienes en un divorcio

En los casos de divorcio se vuelve crítica la protección de los bienes, sobre todo si uno de los cónyuges busca venganza o está decidido a ganar a costa de lo que sea. Entonces ¿qué puede hacerse si sospechas que tu cónyuge está ocultando bienes matrimoniales o vende la propiedad sin tu conocimiento?

Lo primero que debes hacer es recurrir a la proactividad acerca de la situación. La disipación de los bienes matrimoniales se produce cuando uno de los cónyuges, ya sea antes o durante el proceso de divorcio, oculta o utiliza la propiedad conyugal.  Esto se puede lograr mediante la eliminación de los elementos de la casa o de los negocios del cónyuge para que el otro no tenga acceso a la propiedad.

El gasto de las cuentas bancarias o la venta de los bienes gananciales o de negocios así como el ocultamiento de las ganancias, son algunos de los métodos por los cuales se drenan los bienes gananciales.

¡Cuida tus bienes en un divorcio!

La mejor manera de proteger la propiedad marital es hacerlo antes de que haya una situación de divorcio.  Colocar artículos de propiedad personal en un lugar seguro antes de informar a tu esposo/a que solicitarás el divorcio suele ser una mejor opción que tratar de recuperar la posesión después.

La apertura de una cuenta bancaria separada es también una buena idea. Sin embargo, ten cuidado de no quitar más de lo que te corresponde o terminarás acusado de gastar los activos.

Consigue una orden de protección por propiedad

Si no has tomado las medidas para proteger tu propiedad puedes solicitar una orden de protección de propiedad. Esto es similar a conseguir una orden de protección temporal en un caso de abuso.

…para la disipación de los bienes conyugales tras el divorcio

Si tu cónyuge esconde, destruye o pasa el activo antes de que puedas obtener una orden de protección pide ayuda a las autoridades.

Cuando llegue el momento de dividir la propiedad marital en la sentencia de divorcio, el juez debe tener en cuenta todos los bienes que una parte disipó para luego disminuir la participación de esa parte en los bienes conyugales por la cantidad perdida. Tal resultado puede ponerte de nuevo en tu posición original monetaria.