¿Cómo elegir vinos de calidad en un mercado de opciones low cost?

Esta tendencia a ahorrar en todo llega a ser tan fuerte que muchas veces nos olvidamos del valioso refrán de la sabiduría popular que afirma: “lo barato sale caro”. Y es que el ahorro sin la calidad no es una oferta conveniente. Debemos tener presente que en tiempos de crisis ahorrar no significa comprar lo más barato sino invertir sabiamente nuestro dinero en un producto que ofrezca la mejor relación calidad-precio.

Los trucos de la mente

Elegir la calidad a buen precio no es tan sencillo como parece a primera vista. Solemos pensar que nuestra mente racional nos protege de las trampas del marketing pero la mala noticia es que esto no es cierto, en realidad nuestra mente suele jugarnos malas pasadas. Por ejemplo, psicólogos del Instituto Tecnológico de Massachusetts han demostrado que nuestro cerebro matemático y calculador se “apaga” totalmente cuando escuchamos o leemos la palabra “gratis”. A partir de una serie de experimentos en los cuales se ponían a las personas ante determinadas decisiones de compra, se pudo apreciar que, sin importar la marca o la calidad del producto, estas solían decantarse por las ofertas del tipo: “la segunda unidad es gratis”. Los psicólogos afirman que, al no existir ningún precio de comparación, solemos pensar que el “gratis” es la mejor oferta. Por supuesto, cuando no se realiza este proceso de cotejo entre los diferentes tipos de productos podemos tomar una mala decisión de compra, una elección impulsiva de la cual posteriormente nos arrepentiremos. La solución a este problema realmente es muy simple: optar por las marcas prestigiosas que aseguran al 100% la calidad de sus productos.

Comprar vinos sin arrepentirse

En el ámbito vinícola también es muy fácil dejarse llevar por la tentación de los precios económicos y las ofertas que brindan un producto gratis. Sin embargo, será difícil encontrar la esencia del terruño y la tradición centenaria de las bodegas detrás de un envase de cartón. La experiencia del vino comienza desde el mismo momento en que vemos y descorchamos la botella. El aroma y el sabor vienen a ratificar esta primera impresión. De hecho, los inversores sabios saben que es mejor no arriesgar y esta máxima también se aplica a las cuestiones enológicas. Por eso, si quieres comprar un buen vino, la mejor opción será decantarse por una marca fuerte que no te defraudará. España es un país con una profunda cultura enológica cuyas denominaciones de origen son conocidas y apreciadas en todo el mundo pero dentro de ellas destaca Protos. Esta bodega centenaria ha sido galardonada por partida doble: tanto por la calidad de su vino como por el trabajo de branding. Este año los tintos con crianza de Protos le valieron la Gran Medalla de Oro concedida por los prestigiosos Premios MAGNUM. Además, gracias a su labor en el campo del marketing y a su desvelo por la satisfacción de sus clientes, Protos también fue galardonada con el premio SuperBrands, considerándosele como una de las marcas españolas más célebres. Esta bodega profundamente ligada a la tradición, pero al mismo tiempo emparentada con la innovación y la última tecnología de la industria enológica, nos ofrece una excelente relación calidad-precio y la seguridad de que al descorchar la botella, un producto único y auténtico nos estará esperando para ser disfrutado con todos los sentidos.