Los 4 pasos necesarios para planear tu estancia en el extranjero
Según diversos estudios, los españoles seguimos teniendo el peor nivel de inglés de la Unión Europea. Y eso, teniendo en cuenta que 8 de cada 10 ofertas de trabajo publicadas en nuestro país exigen un nivel alto de inglés, resultan un datos demoledores que no hacen otra cosa que restarnos competitividad en el mercado laboral tanto nacional como internacional. Y es que los jóvenes españoles no lo tienen nada fácil hoy en día. A pesar de que la educación es hoy más accesible que para la generación de nuestros padres y abuelos, y que los recursos educativos actuales son mucho más completos que entonces, la realidad es que hoy, como hace 20 años, seguimos teniéndole fobia a los idiomas, principalmente al inglés. Existen diversas explicaciones, como que los planes de estudios resultan poco eficientes como canales de transmisión de idiomas, o que las televisiones nacionales eluden su compromiso social con esta causa, olvidando incluir en sus programaciones espacios televisivos infantiles en versión original que estimulen el aprendizaje de idiomas a edades tempranas.
Ante esta situación, los jóvenes españoles están optando por llevar a cabo estancias en el extranjero, que les permitan completar su CV, enriquecer su perfil su perfil profesional y por supuesto, adquirir conocimientos lingüísticos en otros idiomas. De hecho, diversos estudios cifran en torno al 14% el porcentaje de jóvenes españoles que deciden abandonar nuestras fronteras en busca de un futuro laboral más estable.
En este sentido, es necesario planificar la estancia de la mejor forma posible, garantizando así el cumplimiento de los objetivos de la experiencia internacional y evitando sorpresas desagradables, como pueden ser un alojamiento inadecuado, un trabajo poco gratificante o un curso de pocas garantías. Lo primero lo primero que se debe hacer es establecer un destino que cubra las expectativas que se han establecido. Londres se perfila como una buena alternativa. Ciudad cosmopolita y actual, es uno de los centros económicos, políticos y culturales del viejo continente. Esta elección supondría un choque cultural no muy elevado, que permitiría conciliar perfectamente la necesidad de enriquecimiento profesional y personal sin las incomodidades de una estancia en un país muy distinto culturalmente al nuestro. Además, parece claro que aprender inglés en Londres no resultará demasiado complicado, pues su ejercicio habitual hasta en las actividades más cotidianas mas que está garantizado.
El siguiente paso será decidir qué es lo que vamos a hacer allí. Esto permite desplegar un abanico de posibilidades muy amplio, dependiendo del interés y aspiraciones de cada uno, necesidades, posibilidad económica y demás factores asociados. La actividad a realizar puede variar desde una pequeña experiencia vital de dos o tres meses, hasta la búsqueda de un empleo estable, lo que supondría una estancia mucho mayor. Otra alternativa pasa por realizar diversos cursos de inglés o de especialización, que sirvan para completar los estudios realizados y mejorar el perfil profesional de cada uno.
Una vez que se ha elegido el destino y que es lo que se va a hacer allí y por cuánto tiempo, llega el momento de buscar alojamiento. Lo primero es informarse bien a cerca de la ciudad: cómo está distribuida en el espacio, cuáles son las distancias a los principales centros de trabajo, cómo está comunicada por la red de transporte público, cual es el coste de la vida, etc. Si por ejemplo queremos buscar alojamiento en Londres podemos acudir a alguna consultoría especializada en la gestión de alojamiento y búsqueda de trabajo para estudiantes. Esto supone la ventaja de dejar el asunto en manos de profesionales cualificados y con experiencia, que sin duda encontrarán la mejor alternativa según las necesidades y el perfil de cada uno. Por el contrario existe la posibilidad de realizar una búsqueda personal, lo cual puede resultar más económico a corto plazo, pero que tiene el inconveniente de requerir más tiempo y esfuerzo, sin que existan garantías de encontrar un lugar adecuado que se adapte plenamente a las necesidades vitales y económicas de la persona.
Por último hay que tener en cuenta una cosa y es que, a pesar de que el choque cultural sea pequeño, la adaptación puede resultar complicada al principio. Una buena solución puede ser localizar algún club o asociación de españoles en la ciudad de destino. Sin embargo hay que tener cuidado porque podemos caer en el error de aferrarnos a los compatriotas olvidando uno de los objetivos principales de la estancia que no era otro que el enriquecimiento personal que se adquiere mezclándose con la población autóctona de la ciudad. Por ellos es fundamental mentalizarse a disfrutar de la experiencia al máximo aprovechando cada segundo para aprender algo nuevo.
De cualquier manera, todo apunta a que una experiencia internacional empieza a ser necesaria en el CV de las nuevas generaciones de españoles, por lo que no se deben perder las oportunidades que actualmente se ofertan, como son becas ayudas etc.
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