La importancia de los chatarreros

Probablemente has ecuchado hablar de la regla de las tres erres (3R). En pocas palabras es una regla para cuidar el medio ambiente, específicamente para producir menos basura, aprendiendo a optimizar la generación de residuos de manera más responsable con el fin de conservar el planeta para las generaciones futuras. Las tres erres son: reducir, reutilizar y reciclar. Reducir significa disminuir las cantidades de residuos producidos y utilizar menos recursos como agua, energia, residuos, uso de materiales etc. Reutilizar significa alargar la vida de un producto dandole una segunda vida útil. Por ejemplo, si rellenamos botellas de plastico ya utilizadas, estamos aplicando esta norma. Reciclar significa rescatar un material que ya no se puede utilizar para convertirlo en un producto nuevo. Esta es una de las erres más populares debido a que sus beneficios combinan la preservación de los recursos naturales con la reducción de la contaminación.

Muchos residuos se pueden reciclar y, además, el proceso es economicamente rentable. Una buena gestión de los residuos persigue precisamente no perder el valor economico y la utilidad que pueden tener muchos de ellos. En este sistema de reciclaje desempeñan un papel fundamental los chatarreros ambulantes y los propietarios de pequeñas tiendas que se dedican a la compra de chatarra.

La labor de los chatarreros consiste, básicamente, en recoger la chatarra, clasificarla y separar los diferentes materiales que la forman para venderla posteriormente.  Los materiales más frecuentes en la recuperación son tanto los metales férricos (acero, hierro...) como los no férricos (cobre, plomo, aluminio, papel, cartón, vidrio, plástico, madera, neumáticos...). Las chatarrerías también aceptan viejos electrodomésticos y pequeños enseres que llevan la gente del barrio o los recuperadores ambulantes. La gran mayoría de las personas que se dedican al reciclado de metales  proviene de familias que han transmitido el oficio de padres a hijos, con sus enseñanzas y la posterior cesión de sus pequeños negocios. No cabe duda que este trabajo de recuperación representa el saneamiento ambiental, impactando de manera positiva a la conservación y preservación de los recursos naturales del planeta, a la reducción de las emanaciones de carácter tóxico hacia el medio ambiente y a la conservación y salud de la tierra.