Motivación personal, la clave de la mejora de la productividad empresarial
La crisis económica se ha convertido en un auténtico rodillo que está triturando a cientos de Pymes y medianas empresas de forma implacable. Por ello, las empresas que aun sobreviven a esta masacre deben buscar mecanismos que les permitan mantenerse con vida, hasta que la situación mejore. El principal mecanismo de actuación que poseen las empresas es mejorar su competitividad frente a los competidores. Una mejora de la competitividad redunda en una reducción del precio de venta los bienes y servicios ofrecidos, lo que sin duda conseguirá colocar a la empresa en una posición más ventajosa en el mercado. Sin embargo, no se consigue de forma fácil. Es necesario diseñar un plan adecuado que haga que esta mejora sea sostenible en el tiempo con los medios de que dispone la empresa.
Básicamente, una mejora de la competitividad consiste en ofertar un producto de igual o mejor calidad, a un precio más reducido. Hay diversos medios para mejorar la competitividad de una empresa, pero sin duda, uno de los más importantes es mejorar la productividad mediante una serie de políticas orientadas a tal fin. La mejora de la productividad puede conseguirse por diferentes caminos, teniendo siempre al trabajador en la perspectiva de actuación. El capital humano es el más valioso de cuantos atesora una empresa, por ello es necesario gestionarlo con inteligencia, teniendo presente en todo momento que se está tratando con seres humanos y no con números. Esto hay que tenerlo muy en cuenta a la hora de buscar una mejora en la productividad de los empleados, resultando evidente que los factores emocionales jugarán un papel muy importante.
En efecto, la motivación es un elemento esencial que se debe cuidar para conseguir que un empleado desarrolle todo su potencial. En la motivación entran a jugar una serie de factores (no solo el económico) que deben ser evaluados. Por ejemplo un entorno laboral agradable, en el que todo el mundo se sienta parte importante de un equipo que permanece unido en busca de un objetivo común es un elemento motivacional fantástico. Un trato humano y cercano por parte del personal con mayor responsabilidad también es importante. La oferta de un plan de carrera ajustado a las necesidades del trabajador es otro elemento que puede ser muy positivo. Otro elemento que puede integrarse dentro del factor motivacional, aunque por si solo también puede constituir un factor de mejora de la productividad es la oferta de un plan formativa que mejore las competencias del trabajador. La integración de un plan de formación a medida para cada puesto puede mejorar enormemente la productividad, además de constituir un factor motivacional muy potente.
Por tanto, podemos concluir que existen diversos elementos que participan en la ecuación de la mejora de la productividad. Es fundamental encontrar la conjugación perfecta de estos elementos para conseguir que una empresa consolide su posición frente a la tormenta económica que arrecia día a día.
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