El Estres Laboral, Familiar y la Empatia
En la sociedad actual, el acelerado ritmo de trabajo que se tiene ha provocado que el profesionista cada vez lleve más a su ambiente familiar, asuntos que son estrictamente laborales, ya que las tecnologías de comunicación actuales, obligan a los profesionistas estará constantemente comunicados, teniendo con ello muchas veces que atender asuntos de “urgencia” laboral, en las horas que anteriormente estaban dedicadas a la atención de nuestros hijos y esposas.
Lo anterior ha llevado hasta el seno familiar un estrés laboral que anteriormente se podría canalizar en horas de trabajo estrictamente, provocando situaciones de conflicto familiar y en muchas ocasiones divorcios.
Es muy importante para nosotros aprendamos a identificar las cargas de trabajo que requieren atención como “urgencias y /o emergencias” a aquellas que son rutinarias y que si bien se tienen que atender, estas son de carácter rutinario y propias de la naturaleza de nuestras actividades laborales.
En muchas ocasiones dejamos a la familia por enviar un reporte, preparar una presentación o simplemente realizar una conversación con nuestro superior o subordinado de algún proyecto o situación de la empresa, pudiendo haberlo hecho en horario de oficina, no teniendo la consideración ni con nuestra familia, ni con la de la nuestro subordinado o superior.
Es por ello que desde nuestro plano laboral, debemos de empezar a hacer conciencia de que los horarios para atención del trabajo están establecidos y se deben de respetar para nosotros mismos.
Considero que el desarrollo de las tecnologías debe ser aprovechado para estar siempre alertas de las necesidades de nuestras empresas y funciones laborales, pero a la vez debe ser una herramienta que no impacte tu clima familiar.
Imaginemos que nuestros hijo o esposas nos estén constantemente hablando en horarios laborales para que les resolvamos sus problemas, situaciones o simplemente para comentarnos sus inquietudes, ¿qué haríamos? ¿cómo reaccionaríamos?
Por supuesto que la mayoría de nosotros solicitaríamos que nos dieran nuestro espacio laboral y que nos permitieran trabajar.
Ese es mi punto, el de la empatía, el de dar lo que a ti te gustaría que te dieran, esto es atender en horario laboral tu trabajo con el profesionalismo que requiere y también estar con nuestras familias en el horario que se merece con la dedicación y amor que ello demanda.
Lo anterior, sin duda impactará en el estrés familiar, disminuyendo considerablemente enfermedades, problemas sociales y psicológicos.
Tomemos la empatía como la clave de control de nuestro estrés laboral y familiar, hagamos cosas que nosotros quisieramos que nos hicieran y con nuestros subordinados y superiores inculquemos esta empatía de cuidar nuestros ambientes laborales y familiares.
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