PERDON
Pedir perdón es a veces tan difícil…
…no por el hecho de decir la palabra, sino porque pocas veces nos damos cuenta de que el acto de pedir perdón debe ir atado al deseo de no volver a cometer el mismo error, y mas aún, no sólo al deseo sino casi al “compromiso” de no volver a hacerlo. Pero como hace uno para lograrlo? porque yo puedo tener el deseo de mejorar mi actitud, pero de ahí a lograr hacerlo hay una brecha grande… cómo logro no volver a cometer el mismo error?
Me imagino que ahí es donde empieza a tallar la fuerza de voluntad, las verdaderas ganas de no volver a equivocarse, de no dañar ni siquiera verbalmente a esa persona a la que queremos tanto y que nos perdona cada exabrupto solo callando, dejando pasar, o tratando de ignorar esas palabras que hieren, porque una cosa es no decir nada y otra cosa es no sentir nada, y aunque aquella persona no nos demuestre con palabras que le hemos hecho daño esas heridas quedan, y se sienten, y lastiman… solo que hay personas que no expresan ese dolor o la pena que esas palabras pueden causarles y solo tratan de perdonar, sin decir nada, haciéndonos sentir que de verdad estábamos equivocados, haciéndonos sentir que no merecen esa actitud de nuestra parte, que son mas importantes que cualquier momento de cólera que podamos haber tenido porque esos momentos son fugaces, y suelen desvanecerse en segundos, mientras que el amor que sentimos por esa persona está ahí, presente, latiendo y haciéndonos pensar que no valió la pena ese exabrupto, que hubiéramos querido reaccionar de otra manera, que una vez mas nos damos cuenta que lo queremos con todo el corazón y que deseamos no volver a herirlo, que queremos que sea feliz y que haríamos todo lo posible por enmendar esos errores, y pedimos a Dios que nos de sabiduría y fuerza de voluntad para no volver a reaccionar así.
… es así como el hecho de pedir perdón se convierte en mas que una palabra, se convierte en segundos en todo un análisis y un compromiso que nos debe llevar a valorar cada momento de ira futuro como un momento menos importante, ya que lo realmente importante es como reaccionamos y lo que estamos a punto de decir, … puede ser que luego nos arrepintamos una vez mas de ello, y la palabra no se gasta, la podríamos decir las veces que creamos necesario, pero el corazón se agota y llega un momento en el que ya no tiene fuerzas para mas y va dejando de escuchar.
Ceci Arena
Registro automático