Simplificación tecnológica
Actualmente vivimos infestados de productos electrónicos muy avanzados en tecnología lo que a algunos les encanta pero a otros les comienza a incomodar. Es verdad que todos estos inventos han revolucionado la manera en que vivimos y solucionamos problemas pero a su vez ha traído problemas secundarios. Durante toda nuestra historia nos hemos visto en la necesidad de avanzar tecnológicamente aunque a partir del siglo pasado los avances han sido cada vez mayores y en menor tiempo.
La tecnología ha existido desde el momento en que se prendió la primera antorcha o se usó el primer cuchillo en los tiempos en que el hombre vivía en cavernas. Pero como el hombre siempre tiene hambre de más, nos hemos hecho de muchos nuevos artefactos funcionales y de entretenimiento. Productos como el televisor, el teléfono, una computadora o hasta los más simples como un ventilador o una lámpara. La llegada de estas maravillas cambió la forma en que llevamos a cabo el día a día pero nuevamente a nosotros no nos bastó.
Hasta hace poco empezaron a surgir artefactos que ya no solo satisfacían algún tipo de entretenimiento como las cámaras grabar, los teléfonos comunicar o el internet informar, ahora comenzó a manifestarse una simplificación tecnológica. Anteriormente cada vez que salíamos a la calle o a pasear teníamos que cargar una cámara, un celular, una agenda, un mp3 y hasta alguna lámpara; ahora sólo tenemos que tomar un Smartphone que incluye todos los productos mencionados además de muchos otros con un peso no mayor a 160 gr.
Esto se puede comparar con la revolución industrial en el sentido de que estos artefactos pueden sustituir hasta a personas ya que al poseer un Smartphone usted cuenta con un asistente personal que puede agregar eventos a su agenda, contactarlo con otras personas sin siquiera mirar la pantalla, anotar recordatorios, responder mensajes o correos electrónicos por usted y hasta hacer reservaciones en un restaurante. Además en Japón se han desarrollado robots humanoides que pueden caminar y hasta entablar una conversación acompañada de gestos como sonrisas y ceños fruncidos.
Es grato el saber que cada vez estamos más cerca de ese futuro donde la comunicación no tiene límites, viajar por el mundo es más fácil, la energía se obtiene de forma limpia, las máquinas son totalmente eficientes y la vida es más fácil de llevar. Aún cuando el miedo sobre caer en situaciones como la que describe Aldous Huxley en “Un mundo feliz” o Jorge Lucas en “Star Wars” con el hombre y su hambre insaciable, podemos tener por seguro que el sentido humano perdurará y la simplificación tecnológica encontrará el mejor camino para avanzar.
Francisco Javier González Gálvez
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