La utilización inadecuado de bebidas alcóholicas de los adolescentes y sus efectos
La incertidumbre hacia la problemática de los fármacos y las drogas es no es pequeña y no es de extrañar. Pero generalmente, la inquietud por las substancias alcohólicas se ignora. Muchas veces en el ámbito familiar, los padres no tomaban drogas como la cocaína, aunque casi siempre si se mostraba un poco de licor.
En muchas ocasiones, nos perturbamos por los desenlaces de las substancias alcohólicas solamente cuando sobrevienen accidentes de tránsito (que normalmente transcurren con los jóvenes o adolescentes, aunque posponemos los efectos de beber alcohol en muchas ocasiones.
Diversos estudios de profesionales de la psicología estiman que los jóvenes) substancias alcohólicas, esencialmente por tres explicaciones:
Por consecuencia del resultado surgido del uso. Persiguen conseguir una situación anímica más placentera y, en muchas ocasiones, el joven precisa de este resultado con la meta de ”conseguir” a un joven, con la finalidad de ser más afable y en completa relajación delante de compañeros.
La “premisa” de consumir alcohol para sentirse no discriminado por los otros.
La afirmación que más se acostumbra a tomar para declarar el uso es: “Todo el mundo bebe!”
Ya que se desarrollan en una fase de la vida de identificación de la personalidad y indagación de la identidad, los más jóvenes que se ven indenticados con este grupo de jóvenes suelen utilizar las mismas cosas que el grupo juvenil.
Lamentablemente, muchos padres acostumbran a beber substancias alcohólicas junto con el hijo, porque consideran que esta forma de proceder puede controlar al joven. Pero no aciertan en sus pensamientos.
Los jóvenes cuando son adolescentes, no son los mejores amigos de los progenitores.
La consideración del grupo de psicólogos de www.barcelonapsicologo.net , es que la actuación debe manifestarse como una metodología adecuada para controlar y evitar situaciones que pueden ser poco adecuados. En primer lugar, porque los progenitores consideran que los jóvenes son fantásticos compañeros que tienen de todo (lo cual no es verdadero). Igualmente, cuando los hijos piensan que los padres son ahora “colegas”, la autoridad de los padres puede ser menospreciada en este forma de actuar, porque los ”compañeros” no dan órdenes.
Buscar una fuga.
Beber substancias alcohólicas puede implicar una adicción para huir de la crisis de la familia, donde su operación es prácticamente nula, ya que no pueden actuar nada ni ser escuchados.
Ante todo considere, para usted mismo, si usted como padre utiliza más reprobaciones que aclamaciones, o en muchas ocasiones compara a su hijo con su hermano (los razonamientos solamente ayudan a reducir la autoestima, que en esta edad ya baila en exceso.
Los contextos de malestar, como en los que el joven asume que no puede alcanzar las esperanzas de los padres, conllevan a aproximarse más y más a los compañeros, alejándose de los padres y, consecuentemente, empleando el licor como una salida.
En este contexto, surge un gran temor por parte de los progenitores a ejercer la autoridad. Generalmente, la distancia entre el padres y el joven es tan grande, que estos progenitores se consideran culpables por expresar “NO” cuando lo necesitan con la implantación de límites.
Algunos padres tienden a confundir la independencia de estos adolescentes con edad y responsabilidad. Los hijos pueden tener autonomía para conducir su vehículo particular, obtener excelentísimas.
En ocasiones los progenitores, así mismo se dicen que hablar estos conflictos sobre las bebidas alcohólicas no es opcional, que las bebidas alcohólicas no es una droga, ya que para muchos no beben o no le dan importancia. Nuestras consideraciones como prestigiosos psicólogos consideramos que se debe conversar con el joven; es importante!
Desde nuestras consideraciones de www.barcelonapsicologo.net, comprobamos que el uso de las bebidas alcohólicas puede ocasionar en una repentina adicción y en ese momento debe ser tratado como tal.
Los sistemas para luchar contra el alcoholismo incluyen planificaciones de desintoxicación efectuados por entidades médicas. Por ello puede requerir la presencia del paciente durante un plazo ilimitado, bajo la supervision en hospitales preparados donde suministren determinados medicamentos para contrarrestar el síndrome de abstinencia.
Cuando finaliza el período de desintoxicación, puede someterse al paciente a diversos procesos de terapia psicológica de grupo o psicoterapia individual para trabajar en procesos psicológicos de fondo que hayan podido inducir al paciente a la bebida. Se puede ayudar al programa con terapias psicológicas que provoque al paciente a evitar la bebida mediante fármacos que producen inevitables resacas si se consume substancias alcohólicas.
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