Lista de consejos al contratar vuelos baratos.

1. No dejarse asombrar por ofertas aparentemente increíbles y suculentas.
2. Releer siempre la letra pequeña y fijarse en los asteriscos que pueda contener el texto en busca de cláusulas “ocultas”.
3. Tener muy claro el precio del billete y su desglose, ya que el precio final a veces no coincide con el de la oferta en cuestión debido a gastos de gestión.
4. Cerciorarse del tipo de billete que adquirimos fijándonos sobre todo si es de ida y vuelta.
5. Comprobar si la contratación nos permite realizar cambios de última hora, cancelaciones, cambios de destino, reembolsos totales o parciales, etc.
6. Saber el tipo de billete que tenemos, electrónico o en papel, ya que la segunda opción a veces nos cobran gastos de gestión todo y que va en contra de la ley.
7.  Conocer exactamente la hora y número de vuelo, las escalas si las hubiera y los aeropuertos de salida o llegada.
8. Comparar siempre entre varias compañías.
9. Estar atentos a los servicios que ofrece la aerolínea a bordo.
10. Reclamar siempre si se considera que se han vulnerado los derechos del consumidor por muy económico que resulte el billete.
11. Ser conscientes que la mayoría de las aerolíneas de bajo coste no disponen de oficinas de atención al consumidor debiendo interponer reclamaciones por internet o via telefónica en caso de ser necesarias.
12. Moderar el optimismo a la hora de realizar la reserva y no engañarse. Consultar todos los parámetros con calma. Por ejemplo algunas compañías usan un contador decreciente del número de plazas no real para presionar al consumidor para apresurar su reserva.
13. Consultar las condiciones del vuelo, la reserva del billete comporta la aceptación de ciertas condiciones, como por ejemplo podría ser la cesión de sus datos a terceros.
14. Evitar las horas punta y los días marcados como vacacionales por antonomasia, ya que estos días los precios suelen ser más altos de lo habitual.

En conclusión hay que buscar y comparar  todos los parámetros de los vuelos baratos sin olvidarse nunca de consultar una agencia de viajes en caso de no tener las cosas claras.