Descubrí por casualidad la mejor cera del abuelo para sofás de piel

Hace aproximadamente tres meses, revolviendo en el trastero en un viejo mueble con cajones, encontré un cuaderno de los años 50, con solapas azules, con la inscripción exterior "NOTAS" mi curiosidad me hizo abrirlo, nunca antes lo había visto allí o no me había dado cuenta de él, mi sorpresa fue mayúscula, era del abuelo pedro, si, con muchas anotaciones del proceso del curtido, anotaciones tan claras como él era, pero lo que me llamó poderosamente la atención fue una hoja doblada que se cayó al suelo al abrir el cuaderno, me agaché a cogerla y al desplegar me di cuenta que era un formulación de cómo hacer cera para suavizar la piel, no le di mucha importancia, pero a los pocos días volví a leer, encontrando algún detalle que al principio se me escapó, tenía en las anotaciones componentes para mi desconocidos, pero fáciles de incorporar a la cera de abeja, principal componente, me puse a combinar en su justa medida todos aquellos "secretos" que celosamente guardaba mi abuelo, consiguiendo un producto final que puse en práctica para probarlo inmediatamente en mis viejos sofás de piel que también están en ese trastero, esos sofás llevan allí creo que más de 40 años, fecha que los guardamos de un viejo despacho de mi abuelo, pero la cosa no acaba aquí, me marché una vez apliqué la cera del abuelo en un brazo viejo y agrietado por el tiempo, la piel es de vacuno, de las que curtían en igualada y nosotros después en Pozuelo las recurtíamos en nuestro "fabriquín de pieles" teñíamos por bombeo lento con anilinas naturales, secábamos, engrasábamos, secado natural al aire de Pozuelo, abrillantado natural por medio de plancha con calor y buen "rendido" para ablandar hasta su justa "mano" para después tapizar los sofás., bien, a  las pocas horas volví al trastero, ya preparado con una gamuza de algodón, froté con energía la parte del brazo del sofá que antes había aplicado la cera, mi sorpresa fue total, el aspecto había mejorado ni sé cuánto, pero lo más gracioso, me puse a dar cera a todo el sofá de piel que tantos años estaba allí dormido, ahora parece casi nuevo, me lo llevo a casa. Gracias abuelo Pedro, algo más nos dejas, felicidades allí donde te encuentres.