Humillación y campeonato

El Superbowl XLVIII es un claro ejemplo de ese famoso dicho deportivo: "La defensa gana campeonatos", fue la gran defensa de los Seattle Seahawks la que sólo le permitieron 8 pts a Peyton Manning y a la mejor ofensiva del campeonato, fijando una cifras humillantes de 43-8 en el marcador.

Los Broncos perdieron el rumbo muy rápido, pues en la primera jugada del juego Manny Ramírez mandó un mal centro que provocó un safety y al parecer nunca se pudieron levantar de ese golpe ánimico. En las siguientes dos series ofensivas los Seahawks solo se llevaron 3 pts en cada una, mientras que la ofensiva de los Broncos seguía sin poder hacer ni un primero y diez.

La debacle comenzó en las dos siguientes series ofensivas de Denver pues a Peyotn Manning lo interceptaron dos veces para 14 pts. La defensiva de los Seahawks ya había provocado balones sueltos que recuperó Denver y ahora provocó 2 intercepciones, estaban presionando duro al rival, provocando errores que convirtieron en puntos. 22-0, así se fueron al medio tiempo, era lo mejor que le podía pasar a Denver, que se acabará la primera mitad para replantear las cosas, tenían que salir y parar a los Seahawks que iban a recibir el balón.

El show de medio tiempo a cargo de Bruno Mars y los Red Hot Chili Peprers fue un show de luz espectacular, sin embargo ha habido shows  más memorables.

Empezando el tercer cuarto llegó la jugada clave del partido, la jugada que definió el rumbo, Matt Prater devolvió la patada de despeje hasta las diagonales para poner el partido 29-0. No era el inicio de 3er cuarto que se esperaba, todos creíamos que los Broncos despertarían pero esa devolución de patada fue el golpe definitivo para acabar con el ánimo de Denver.

Manning trataba de levantar a su equipo y tras 6 jugadas conecto un pase largo para Thomas, pero la defensiva volvió a hacerse presente arrebatándole el esférico para que los Seahawks volvieran a recuperarlo y en tan sólo 3 minutos Wilson conectó con Kearse para otro touchdown, que con el extra de Hauschka puso el marcador 36-0. Más de 100 millones de personas veían incrédulos como uno de los QB más grande de la última decada era aplastado y humillado por un equipo de novatos que eran comandados por un QB de 2ndo año.

Antes de finalizar el 3er cuarto Denver puso 8 pts en su marcador con un pase de anotación recibido por Thomas y una conversión realizada por Welker. Sin embargo los Seahawks no iban a parar la masacre y en otra serie ofensiva rápida, como en todas las que hicieron en el juego, anotaron el touchdown que ponía el 43-8 definitivo.

Ni en el pronóstico más negativo alguien se imaginaría que esto terminaría así, pero la defensa de los Seahawks se llevó la noche, pues logró intimidar a la mejor ofensiva, interceptándoles y provocando balones sueltos, además que su ofensiva supo aprovechar sus oportunidades anotando rápido. Por otra parte, no puedes ganar un Superbowl si cometes error tras error y eso fue lo que hizo Denver, dió su peor partido de la temporada en el encuentro más importante y, a diferencia del rival, su mejor arma, la ofensiva, quedó mucho a deber con tan sólo 8 pts y varios errores cometidos.

No cabe duda que las estadísticas y la experiencia no definen un juego, todo se define por lo que hagas en el campo, gana el que está mejor física y mentalmente a la hora del juego y esos sin duda fueron los Seattle Seahawks, quienes nos confirmaron una vez más que la defensa gana campeonatos.