El Historiador
EL HISTORIADOR
Nos adentramos en la historia para formarnos como historiadores; no porque tenemos una meta, sino más bien un compromiso desinteresado por la sociedad (relaciones sociales de producción en la que nos movemos dialécticamente junto con el cosmos), en el devenir de la historia. El historiador no solo debe de consignar información, sino también reflexionar sobre los hechos (el ¿Cómo?, ¿el lugar? y el ¿para qué?), pues vamos más allá de una simple documentación, interpretamos los hechos (teoría de la historia) con evidencias fundamentadas basada en fuentes (archivos, expresiones orales, audio-visuales; apoyados, en otras ciencias generales y auxiliares), para así poder transformar la realidad (a esto lo llamo construir historia).
Si bien el archivo es fundamental no solo para un historiador sino también para todo hombre que quiera interpretar y transformar la realidad, (porque son una de las pocas fuentes confiables del pasado, por ello debemos poner mucho énfasis en el cuidado y conservación de estos pues son fuentes de primera mano.) existen muchas otras fuentes confiables estudiadas por la Numismática, Diplomática, Paleografía, Heráldica, Dendrocronología, Iconografía, Demografía, etc. Que son ciencias auxiliares de la Historia. Pero no nos olvidemos de las Ciencias generales como la Antropología, Sociología, Arqueología, Física, Química, Biología, etc. Es decir no debe de haber aislamiento a la hora de interpretar un Hecho, para una mejor comprensión es necesario tomar todas las herramientas posibles y solo así podremos transformar nuestra realidad que viene aquejándonos desde la aparición de la propiedad privada causante de las contradicciones que hoy persisten.
Muchos historiadores enfatizan: Que los historiadores son hombres de su tiempo; Edwuard Hallett Carr dijo: “El historiador antes de ponerse a escribir historia es producto de la historia”, “El hombre civilizado lo mismo que el hombre primitivo, es moldeado por la sociedad, y de modo tan real y efectivo como moldea él la sociedad en que vive.” Pero también dijo: “La historia es un proceso continuo de interacción entre el historiador y sus hechos, un dialogo sin fin entre el presente y el pasado”[1]. Por ello no debemos ceñirnos solo en nuestra generación o peor aun solo en el pasado, debemos ver con ahínco el futuro de la sociedad y así poder construir una historia sin intereses y límites, pero hoy nuestros intereses son desatar las cadenas de los oprimidos y desposeídos.
Debemos construir una historia, no solo, para un grupo en particular, sino mas bien una historia que engloba al ser humano en su conjunto, empero sin perder nunca el rol que nos compete como científicos sociales, (“luchar por la humanidad, es decir, por la mayoría y no por una minoría explotadora y exterminadora del hombre mismo.” Esto no quiere decir que dejaremos de lado el estudio y comprensión de esa minoría rapaz. Debemos de hacer una historia popular, no solo del obrero y del campesino, sino de las élites, la temática no es lo importante (el estudiar el movimiento obrero no significa que seamos de izquierda, de la misma forma el estudiar a los neoliberales no nos hace conservadores); sino el hilo conductor que conllevara a una historia con alternativa global y transformadora. Cuando realizamos historia no nos aventuremos solo a escribir acontecimientos. Sino adentrémonos en la raíz de los problemas, viendo la historia desde el ámbito social, económico, cultural y político para poder tener un mejor entendimiento de los hechos interpretarlos y transformarlos para el bien común del hombre, la sociedad y el producto con la que nos relacionamos constantemente (Naturaleza).
Por lo tanto “Historia”; es una palabra compleja para mí, es una palabra que engloba muchas cosas en el sentido totalizador, por ella es la palabra que nos define como seres humanos
Termino con lo que dijo Lucien Febvre en su lucha constante por hacer una nueva historia. “La historia es la ciencia del hombre. No lo olvidemos nunca. Ciencia del perpetuo cambio de las sociedades humanas, de su perpetuo y necesario reajuste a nuevas condiciones de existencia material, política, moral, religiosa, intelectual. Ciencia de ese acuerdo que se negocia, de la armonía que, perpetua y espontáneamente, se establece en todas las épocas entre las diversas y sincrónicas condiciones de existencia de los hombres: condiciones materiales, condiciones técnicas, condiciones espirituales. Por allí es por donde la historia descubre la vida”[2].
De: Edison Lapa Soto (Estudiante de historia)
BIBLIOGRAFÍA
FEBV RE, Lucien (1971). Combates por la Historia. Barcelona: Edición Ariel
HALLET CARR, Edward (1978). ¿Qué es la Historia? Edición Nº 7, Londres
Jordi Canal (2010). IV Congreso Internacional, “Historia a debate” Santiago de Compostela, 15 de diciembre.
Marc Léopold Benjamin Bloch (1949) Introducción a la Historia, fondo de cultura económica. Primera reimpresión en Argentina de 1982.
[1] HALLET CARR, Edward (1978). ¿Qué es la Historia? Edición Nº 7, Londres
[2] FEBVRE, Lucien (1971). Combates por la Historia. Barcelona: Edición Ariel
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