Transgénero: Mi feminidad tiene precio, vale más de $65,000 USD.
Recién he leído un artículo sobre una conocida transgenero. Yo tuve la oportunidad de conocerla en un evento de emprendedores, en ese entonces no conocía su vida, ni tenía idea de quien era. Solo cuando la conocí, me pareció extraño ver que tenía una sombra como de bigote, de ahí en más, me pareció normal.
Bueno a decir verdad, su altura y su voz gruesa me hizo pensar que era una mujer no muy femenina. Pero la muy inocente, nunca pensé que era transgénero. Es decir, no es algo que estoy acostumbrada a ver todos los días y soy bastante distraída, le resto importancia a las cosas que no me afectan directamente a mí. Así que pensé a lo mejor, sólo no es muy femenina, digo, hay mujeres que físicamente no son muy femeninas.
En fin, un día me comentó un amigo que también la conocía, pero que él la conoció cuando aún no se había hecho el cambio de sexo. O sea, la conoció primero como hombre y después como mujer.
He estado siguiendo de cerca su historia y me asombró ver la cantidad de cosas que se tiene que hacer una persona con esta enfermedad “distrofia de género”, (hay que hablar las cosas por su nombre, digo, sino ni para que opinar).
Entiéndase por distrofia de género según Wikipedia para los que no saben, es una condición donde las personas creen o les parece que tienen una contradicción entre su identidad sexual en contraposición al sexo biológico de su anatomía.
Ella para poder lograr su objetivo que era cambiar de sexo, hizo una comparación en números, un aproximado de $830 mil pesos, cerca de $65 mil dólares lo cual me dejó atónita.
Nunca había pensado por lo que tiene que pasar una persona transgenero y mucho menos el precio que tiene que pagar por ello. Y no hablo únicamente de lo económico. Sino las consecuencias que le pueden traer al cuerpo dichos cambios, a la larga el consumir hormonas para el cambio de sexo, trae consigo unos años menos de vida obviamente.
Sin embargo, yo como mujer al verla a ella, me hizo valorar mi feminidad. Pensé como a veces las mujeres desperdiciamos y me incluyo, tanta belleza que por naturaleza nos fue dada para que en ocasiones andemos en chanclas o un poco desalineadas. La verdad reconozco, que no soy una mujer de esas que no sale, sino tiene hasta el molcajete en la cabeza. Pero también somos muchas las que no nos arreglamos y andamos de fodongas todos los días. Está bien un día, pero ¿¿todos??
Es bueno ver estos casos y valorarnos los que no tenemos distrofia de género. Me refiero mujeres y hombres, quienes estamos conformes con nuestro género. Digo también hay hombres que ni siquiera se bañan. No hay que ser, hay que tener un poco de piedad por los demás y amor propio.
Además un cambio de imagen no es tan complejo como parece. Según leí un curso en dos pasos, lo recomiendo yo lo tomé, es bien sencillito, se los dejo por si alguien le interesa.
Entonces ya sabe, bañados, peinados y dientes lavaditos. Y obvio, no olvide pararse derechito, es la base de todo. J
Paola Plascencia Redacta un blog de su autoria
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