Inteligencia emocional y Psicología positiva en personas de la tercera edad

El fenómeno del incremento de la esperanza de vida en la población mundial actual como consecuencia diversos factores, por ejemplo los avances en la medicina, nos colocará en poco tiempo en un escenario donde cerca del 60% de dicha población pertenecerá a la tercera edad, es decir, el periodo comprendido de los 60 años en adelante. Tal situación exige la existencia de ciertas características tanto ambientales como poblacionales que permitan lidiarla óptimamente.

Es posible reconocer que, lamentablemente, la población mundial no está preparada para dichos fines lo cual debe representar una preocupación no menor a la que se tiene, por ejemplo, acerca de la formación de las nuevas generaciones. Incluso es difícil encontrar información o trabajos de investigación que den idea o aporten directamente al mantenimiento de una funcionalidad general en la tercera edad.

La disciplina de la Psicología es una de las áreas del conocimiento humano que debe tener mayor interés en la situación planteada dada su naturaleza y objetivos de estudio representativos. Como psicólogos en formación decidimos llevar a cabo un proyecto que en todo momento persiguió realzar la importancia del área emocional en los adultos mayores llevando a cabo una intervención dirigida exclusivamente al desarrollo de la inteligencia emocional reconociéndola como una herramienta para dirigir y equilibrar las emociones presentes producto de las diferentes circunstancias que se viven en esta etapa de la vida.

El proyecto buscó, de igual manera, potenciar la idea de que la vejez representa una etapa de éxito en la medida en que se tenga el adecuado manejo de las propias emociones y dejando de lado las imposiciones sociales acerca de un tiempo de franca decadencia. El equipo de trabajo tuvo y defiende la convicción de que no es posible un óptimo desarrollo en las personas de la tercera edad trabajando únicamente sobre aspectos cognitivos –sin restarles importancia- sino que es necesaria una actuación sobre áreas como la pertenencia social, la aceptación, la afectividad y la estima propia.

El proyecto rompe esquemas tradicionales en el manejo de la temática emocional dado que la intervención se realizó con una base teórica compuesta por las aportaciones de Daniel Goleman con su terminología de inteligencia emocional y aspectos de la Psicología Positiva de Martin E.P. Seligman. Además, se establecen cuatro áreas de abordaje innovadoras con respecto a las planteadas por otros autores en el tema que ayudaron al alcance y cumplimiento de los objetivos trazados en la propuesta; tales áreas son la autoestima, la afectividad, la realización personal y el proyecto de vida.

La intervención consistió en ocho sesiones con una periodicidad semanal y una duración de 60 minutos cada una. La población de trabajo fue un grupo de diez mujeres de la tercera edad afiliadas a un centro gerontológico del Sistema para el Desarrollo Integral para la Familia que cumplían con características tales como tener entre 70 y 80 años de edad, vivir acompañadas de su familia (una o más personas con las cuales se tenga un vínculo civil o consanguíneo) y cumplir un rol o función determinada dentro de la rutina familiar. Se tuvo siempre presente el objetivo de alcanzar un avance funcional dentro de las cuatro áreas ya mencionadas en cada una de las personas participantes.

Cada una de las sesiones de trabajo perseguía objetivos variados según el área propuesta. Se iniciaba con una breve introducción teórica para hacer del conocimiento de las asistentes la temática; posteriormente se realizaban actividades en donde se involucraba la interacción grupal, la realización de dinámicas apropiadas y el compartir experiencias y reflexiones. Semanalmente se destacaba y propiciaba la importancia de la obtención de herramientas y conocimientos focalizados para el trabajo personal sobre las cuatro áreas de intervención a manera de beneficio para una funcionalidad emocional en la cotidianidad. El ejemplo más claro de un avance significativo del grupo de trabajo a lo largo de las sesiones fue la apertura, la empatía y la demostración de emociones que la mayoría de las participantes desarrolló.  

Para la obtención de una línea base sobre el estado de desarrollo de la  inteligencia emocional en las personas de la tercera edad del grupo se implementó, en el inicio de la primera sesión,  la aplicación de una escala tipo Likert donde se evaluó la condición de las cuatro áreas de abordaje mediante 20 preguntas repartidas equitativamente por área. En la última sesión de intervención se realizó una segunda aplicación y permitió la comparación de datos para referir que efectivamente se presentó un avance funcional en el discernimiento, comprensión y aplicación de las herramientas de la inteligencia emocional en situaciones cotidianas. Los objetivos generales y particulares del proyecto fueron alcanzados.

Consideramos de suma importancia resaltar la necesidad de intervenciones que continúen sobre la línea de trabajo de los aspectos emocionales en las personas adultas mayores, pero más aún de la creación de nuevas líneas de investigación que sumen positivamente a la futura, y no muy lejana, condición mundial ya expuesta. 

Autores: Elizalde González Lorena Guadalupe, Fonseca Gutiérrez José Juan, Heredia Martínez Lorena, Rayas Casillas Andrea Alejandra y Servín Oláez Lourdes Noemí.

Autores estudiantes de la licenciatura en Psicología de la Universidad Iberoamericana Campus León como parte de la presentación de un proyecto de intervención grupal como parte de la asignatura de Teoría y Práctica del Proceso Grupal.