Cláusulas abusivas de las entidades bancarias: Qué es y en qué consiste la cláusula suelo
La cláusula suelo es un préstamo hipotecario, un contrato en el que se establecen un mínimo de intereses a pagar en las cuotas de la hipoteca de un inmueble independientemente de los intereses ordinarios que se hayan acordado con el banco, pues estos pueden estar por debajo de lo estipulado o pueden bajar en un momento determinado. Dependiendo de la entidad así como del país en la que se instaure dicho contrato, su trasparencia y claridad puede ser cuestionable lo que nos llevaría a considerar a este préstamo hipotecario como cláusula abusiva e ilegal.
En el momento de la firma del préstamo hipotecario se establecen una serie de condiciones que están vigentes durante todo su proceso de amortización, tiempo pactado entre la entidad y el cliente. Es fundamente conocer a pies juntillas todos y cada uno de los apartados que incluye el contrato incluida la letra pequeña, para evitar de esta forma posible sorpresas futuras.
Al fijar una cláusula suelo o suelo hipotecario, lo que se esta haciendo es instaurar un porcentaje mínimo de intereses, los cuales, se aplicarán en las cuotas mensuales a pagar por el usuario.
La cláusula suelo también es conocida como interés mínimo o límite de variabilidad entre un porcentaje y otro. Ambas formas hacen referencia a un contrato hipotecario en el que nos podemos encontrar con que, aunque haya una bajada de porcentaje, en prestario no puede beneficiarse de esas posibles bajadas.
En nuestro país tomamos como referencia en los contratos hipotecarios el índice del Euribor, añadiéndole a éste un diferencial notable. Nos podemos encontrar que, en un contrato de préstamo hipotecario uno de los apartados sea la firma de una cláusula elevada, lo que conlleva a que el Euribor sea inferior a la misma y por lo tanto, al haber firmado el mínimo establecido por la cláusula suelo no se pueda aplicar el bajo porcentaje del índice nombrado.
A la par que se establece la cláusula suele en infinidad de contratos hipotecarios también nos encontramos con un nuevo concepto añadido a los mismos, este concepto es el de la cláusula techo la cual, limita el porcentaje máximo aplicable a la liquidación del préstamo hipotecario. Al igual que ocurre con el suelo hipotecario, es conveniente revisar atentamente el contrato y averiguar si la cláusula techo es demasiado elevada; si es así, los porcentajes mínimo del Euribor no se podrán establecer puesto que éste nunca llegaría a porcentajes tan elevados y no nos serviría de protección.
Este tipo de cláusulas son legales si han sido debidamente pactadas y explicadas con trasparencia al cliente. Si existiese irregularidades y ocultación de información relevante, o se aplican referencias demasiado desproporcionadas como suelo y techo alto, este tipo de contratos pueden ser anulados y sentenciados ya que solamente se esta firmando un beneficio para la entidad bancaria y una cláusula abusiva para el usuario.
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