Realidades de una madre soltera
Un domingo a las tres de la tarde para ser exactos, fue cuando vi por primera vez esa carita, una carita extraña pero conocida, cuando sentí q mis brazos estaba hechos para esa criaturita que salió de mi cuerpo, ese día, fue cuando me di cuenta de mi primer realidad: era madre por primera vez.
Más allá de las emociones, en mi realidad también estaba otra cosa; no solo me convertí en madre, sino que además fui madre soltera.
En mi caso el padre de mi hija estuvo al pendiente de mí, pero no de una manera presencial. Así que eso es casi lo mismo a que no esté presente en ese momento cuando podría decirse que más se necesita.
Aun así, te das cuenta de que estas sola, esté tu familia o tus amistades más queridas, sabes que tu pareja con la que concebiste esa nueva vida no está presente compartiendo esa alegría, ni estará en muchas o en ninguna ocasión.
Es un poco frustrante, pero al fin de cuentas conoces tu realidad y la enfrentas además de que mas allá de lo cursi que parezca para algunos esa personita que acabas de conocer cubre cada hueco que pudieras tener en tu corazón y no da cabida a sentir que te falte algo. Simplemente te llena.
Mientras pasa la cuarentena, (como se dice en México) tú y tu bebé son el centro de atención. Todos los quieren, todos te visitan, te dan regalos y buenos deseos, pero en algún momento se termina esa etapa y ahora si a afrontar la verdadera realidad.
Eres madre soltera que tiene ahora una responsabilidad. Una muy grade que en ese momento, invadidas por la felicidad no alcanzamos a entender del todo. Desgraciadamente no hay guía para ser madre. Hay que aprender sobre la marcha.
En mi muy personal punto de vista creo que una mujer como madre soltera tiene un gran reto por delante.
Hay que cuidar física y mentalmente a una nueva vida. Creo que una mujer, puede cubrir totalmente las necesidades económicas de su hijo ella sola, en ese aspecto puede, si ella quiere, hasta superar al hombre con facilidad. Pero en el aspecto personal, en el amor, en la compañía, en ese aspecto jamás podrá suplir al padre. Y ahí es donde está el mayor reto, la principal realidad a afrontar: ser madre, una madre, si, porque no decirlo: chingona! , grandiosa! súper mamá tal vez pero madre, solo eso. Es decir no es figura paterna.
Nuestro hijo/a tendrá todo nuestro amor, compañía, respeto y atención pero será solamente de parte de su mamá. Que va ser difícil? si, complicado? si, solitario? si, en muchas ocasiones no sabremos como actuar ni que decir, pero lo haremos y lo haremos bien.
Las madres solteras somos madres como las “normales”... que vivimos entre pañales, leche, risas, llantos, desveladas, visitas al pediatra, ropa manchada de papillas, de dulces, etc. pero con la diferencia que nosotras tenemos además responsabilidades en el trabajo, y pensamos mucho en cómo vamos a organizar el dinero y el tiempo para nuestros hijos, las cuentas de la casa, lavar la ropa, limpiar… y todo eso lo haremos sin ayuda de la pareja.
La vida nos lleva por donde debemos ir y todo a su tiempo, quizá llegue un día alguien, una pareja que te complemente y que comparta tu vida. Tal vez no sea así, no lo sabemos. Un día nuestro hijo/a crecerá y sabrá notar la diferencia, creara su propio juicio, nos entenderá y nos respetará. Tal vez hasta nos admire.
En conclusion, ser una madre soltera va más allá de lo que piensan sobre eso las personas que no lo son.
Y también va mas allá de lo que una madre soltera cree de sí misma. Y ni entre nosotras mismas somos iguales. Como bien lo dice el dicho: “Nadie sabe lo que pesa el costal más que el que lo carga”.
Es un aprendizaje que nos tocó en la vida, visto de otra manera es como un premio, una bendición.
Si eres madre soltera siéntete libre, hermosa, autosuficiente, valiente y comprometida.
En hora buena colegas!!
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