Las autoridades y las leyes de tránsito en RD
Las autoridades y las leyes de tránsito en RD
RODRIGO FERNANDEZ JIMENEZ | 9 OCT
El objetivo de la ley de tránsito es la regulación del tránsito y transporte terrestre, a fin de garantizar el derecho al libre tránsito de personas por todo el territorio nacional. Para el adecuado funcionamiento de esta ley se creó la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET) que es la encargada de velar por el cumplimiento de dichas leyes.
  ; Desde la creación de esta institución (AMET), hasta el momento, la ciudadanía no ha podido percibir los cambios positivos en el tránsito terrestre, y todos llegan a una interrogante, ¿Estará cumpliendo los principios y objetivos, para los cuales fue creada esta institución? ¿Beneficia de manera positiva al tránsito? Acaso, ¿Cree la población en el funcionamiento de esta institución?
&nbs p; Sin duda alguna, toda persona que transite por la vía pública está obligado a cumplir las leyes de tránsito de manera adecuada pero ¿Están siendo sancionados quienes las infringen? Es evidente como cada día más, nuestras vías están deterioradas y mal organizadas, ahí es cuando entran los denominados “Padres de Familia” o choferes de carros públicos unos de los principales protagonistas más predominantes en el mal y el desorden del tránsito.
Sin embargo, hay que decir que la ley 241 de tránsito exonera a los choferes del servicio público del uso del cinturón de seguridad, y al parecer tanto ellos como los agentes de la AMET han malinterpretado este fragmento de ley y lo han reducido a una sola palabra: “INTOCABLES” Aquí es cuando la AMET pierde su lugar y fuerza como autoridad y para beneficiar a unos pocos, terminan afectando a todos.
Es evidente la desconexión entre las normas jurídicas y el comportamiento de las personas, lo que pone en entredicho el respeto a la Ley como algo básico para la convivencia social. Cuando alguien entiende, por ejemplo, que puede ignorar a su conveniencia las reglas del tránsito y que tal actuación no tiene consecuencia alguna, lo mismo harán otras personas hasta que se generaliza en la sociedad la conducta de desobediencia a la Ley. Esto no ocurriese, sin embargo, si la autoridad actúa con firmeza y para hacer valer la legalidad del Estado, ya sea un agente de AMET o cualquier otro funcionario estatal. Es aquí donde se aplica el criterio de que la autoridad estatal, especialmente aquellas que tienen que ver con el orden público, tiene que hacer valer la Ley en cualquier circunstancia y ante cualquier persona, sin privilegio ni discriminación, pero sin arbitrariedad. Si esto no ocurre las personas no sentirán el riesgo de la sanción, esto es, el necesario temor de que una violación a la Ley tiene consecuencias para quien la viola. &n bsp; &nbs p; &n bsp;
Es aquí donde entra la desesperación e impotencia de la ciudadanía, al ver, por ejemplo, que se les sancionan por tener una luz quemada, en cambio los carros públicos no tienen luz, y de ahí surge la rebeldía y la desobediencia a la autoridad con la famosa frase “La ley se cumple para todos o no se cumple”, es claro, que la ignorancia de la AMET al no poner mano dura en el cumplimiento de la ley, está creando un tránsito de desorden, irrespeto y rebeldía.
Es tanto, así, que los agentes de tránsito al ver las violaciones hechas a la ley por los choferes del servicio público, ni se molestan en detenerlos y colocarles una infracción, porque ya tienen conocimiento previo de que estos apenas poseen una cédula de identidad, por eso me pregunto ¿Este es el país que avanza cada día mas? Con unas autoridades incompetentes sin entrenamiento ni conocimiento de la ley que supuestamente dicen defender. ¿Habrá voluntad de las autoridades de que se cumplan las leyes?, cuando hay un deterioro creciente en el cumplimiento de la ley, el Estado, en este caso a través de AMET, tiene que enviar señales claras y consistentes de “tolerancia cero” hacia los violadores de las reglas de tránsito. Esto solo se acabara cuando haya voluntad por parte del estado, cuando no existan los famosos sobornos denominados “Macuteos” por parte de ninguna autoridad. En otras palabras, cuando sanemos ese cáncer que las mismas autoridades han creado en nuestra sociedad, ese día caminaremos hacia el progreso como nación.
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