Ahorra engañando a tu cerebro

 Aunque suene a comercial, se trata de una teoría científica llamada “Teoría de la elección racional”.

La premisa consiste en que las personas eligen lo que más les conviene, pero, si realmente se cumple la teoría, entonces ¿por qué preferimos mantener nuestros gastos hormiga y no ahorrar sabiendo que eso nos servirá en el futuro?

Para lograr tu cometido, el autocontrol es fundamental. Sin embargo, no todos lo tenemos y hay a quienes nos cuesta más hacer caso omiso de nuestros impulsos. Es aquí donde entran los pequeños trucos para engañar a nuestro cerebro.

1.     Visualiza tus futuras recompensas

El pensamiento a futuro es una estrategia muy útil para seguir motivados y enfocados en la meta. Si deseas ahorrar para poder hacer el viaje de tu vida, imagínate qué harás cuando llegues a los lugares que irás, qué comerás, qué experiencias vivirás.

Esta estrategia no sólo es útil para mantener finanzas personales sanas, también sirve para cumplir metas en otras áreas de tu vida. Puede que en el ámbito profesional te visualices trabajando en cierta empresa o haciendo algo específico. O en cuestión de salud, si deseas estar saludable puedes imaginarte haciendo cierta rutina de ejercicio o corriendo un maratón.

2. &nb sp;   Posterga tus compras

Siempre nos han enseñado que dejar las cosas para luego no es bueno, porque si es trabajo, éste se acumula y si son pagos nos atrasamos. Pero hay una excepción: las compras. Postergar tus compras demuestra si realmente necesitas las cosas o si solo era una adquisición por impulso.

Supón que estás en el centro comercial y ves una chamarra, un libro o cualquier otro objeto en rebaja. Tu primer impulso será comprarlo, pero si lo aplazas, descubrirás que no era realmente necesario, dado que continúas con tu vida sin problema.
 

3.   & nbsp; Aprecia lo que tienes

Es bueno hacer compras de vez en cuando, pero si tienes todo lo que necesitas… ¿para qué sigues comprando? Hacer compras por impulso y fuera de presupuesto compromete tu vida financiera e incluso mermar tu capacidad de gasto en alguna emergencia.

Te doy un ejemplo sencillo. Si ya tienes un televisor de última tecnología sólo para ti, ¿para qué quieres comprar otro que sólo tú utilizarás? Ese tipo de compras es un mal uso para el dinero.

Si sigues estás sencillas técnicas podrás lograr un crecimiento en tu cuenta de ahorros y así estar más cerca de tu meta.