4 cosas que debemos aprenderle a los tacaños
No se trata de avaricia. Un tacaño conoce muy bien lo que le costó obtener ese dinero por lo que no le gusta la idea de gastarlo fácilmente o en algo que no vale la pena. Seguramente todos conocemos a alguien que no gasta casi en nada y mucho menos es de los que hace regalos a sus conocidos.
Aunque para muchos esta actitud de cuidado absoluto sobre el dinero puede ser molesta. Definitivamente tenemos un par de cosas que aprenderles a estas personas. Aquí hay algunas:
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Saben cuánto vale su dinero
Como saben el trabajo que les tomó obtener ese dinero, toman las mejores decisiones respecto si a gastarlo y en qué. Si su salario es poco, se limitan a su presupuesto y lo respetan. A diferencia de muchos que siempre nos pasamos de él por “un poquito”.
Un tacaño es un consumidor inteligente siempre comprará aquello que le ofrezca el mayor rendimiento por su dinero. Ellos no son de los que compran una lavadora enorme solo porque está en oferta, saben que necesitan una pequeña. Además la primera va a necesitar más agua y eso significa más dinero.
Siempre toman las mejores decisiones en compras en el corto y largo plazo.
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No ceden ante el “gasto por presión social”
Aun cuando todas las personas en la mesa estén consumiendo un platillo caro, un tacaño jamás gastará de más para impresionar a otro. Es más no le importa que los demás lo vean y lo señalen como un tacaño.
Deberíamos aprender que no es necesario tener que derrochar el dinero solo para que otros no nos vean como tacaños o para impresionar a amistades o alguna cita.
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Siempre ahorran
El futuro es incierto y los imprevistos pueden resultar caros. Los tacaños lo saben bien y es por eso que siempre ahorran. No importa si su ingreso es bajo o muy alto, estas personas siempre guardan algo para futuras emergencias.
Este ahorro salva a los tacaños en eventualidades que puedan resultar costosas. Así ellos van más tranquilos por la vida.
- A veces se dan sus lujos… a veces.
No es que toda la vida sean tacaños. En alguna ocasión especial pueden desembolsar un poco de dinero extra. Eso sí, no sin antes haberlo planeado la fecha y cuánto dinero gastar. Al “consentirse” en pocas ocasiones durante el año, los tacaños disfrutan más estos momentos.
No se trata de que siempre seamos tacaños, pero algunas veces estaría bien seguir esas pequeñas reglas para poner en orden nuestras finanzas.
Yolo Ramos Content Marketer| ComparaGuru.com | Linkedln
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