La reflexión y la crítica en la formación docente
La formación a partir de la reflexión sobre las propias practicas docentes. Fundamentos y acciones a realizar.
La reflexión y la crítica en la formación docente
Hoy, más que nunca, es urgente asumir el reto de aprender a vivir en un mundo globalizado, cuyo sistema educativo se encuentra atravesado por todas las trasformaciones que inciden en ella con sujetos que se encuentran activos, sujetos que enseñan y sujetos que aprenden.-
Desde esta perspectiva, la educación se convierte en una posibilidad para la formación integral del ser humano, en cuanto atribuyen al desarrollo de estrategias para aprender a aprender y mejorar las condiciones sociales, políticas, culturales y económicas.-
Con base en la cotidianeidad del sujeto que aprende, es oportuno volver la mirada hacia la preparación del docente formador que tendrá a su cargo la educación del ciudadano a propósito de ayudarle a comprender el entorno y el vivir en comunidad.
Y nos preguntamos, ¿cómo puede el docente dar lo que no recibió? ¿Cómo estimular un pensamiento criticó y reflexivo si ellos mismo siendo educados no han podido situarse en ese lugar?, no han tenido esa práctica.-
Por lo tanto, la preocupación por la formación docente compromete a REVISAR lo que se hace hoy desde las carreras de educación. La formación docente es motivo de discusión y reflexión permanente sin dudar su pertenencia y potencialidad están relacionadas con las expectativas de la profesión en esta sociedad. Actualmente en nuestro país, las competencias personales y profesionales de los educadores deberían estar orientados a la consolidación de “INTELECTUALES TRASFORMATIVOS” críticos y reflexión que apoyan los procesos de innovación en los contextos escolares, tarea difícil, dada la complejidad y multidimencionalidad de la sociedad y la profesión.-
Actualmente se observa varios factores en este proceso, que atañe a los educadores, ejemplo de ello, aquello que ante situaciones de conflicto se paralizan y no resuelven, o no saben el COMO HACERLO, se observan también la escasa capacidad para diagnosticar, diseñar propuestas didácticas y tomar decisiones que introduzcan cambios en el aula y escuelas básicas, incluso cierta parálisis ante las nuevas tecnologías que se van introduciendo en el sistema educativo, y en otros la postura aun con desafíos propios del conductismo que no promueve bajo ningún aspecto educados activos y libres de pensamiento.-
La referida situación nos obliga a preguntarse ¿están los estudiantes de la carreras, formados bajo un perspectiva reflexiva y critica que les ayude a comprender y mejorar la multiplicidad de elementos del contexto escolar y a introducir mejoras para transformar las prácticas educativas desde su propio ser y hacer docente? Entonces, sobre esta base se debería REPENSAR la formación de los futuros docentes.-
Se hace necesario en las experiencias formativas, propiciadas por las instituciones la atención al desarrollo de los procesos cognitivos intelectuales, afectivos y sociales con la finalidad de favorecer el aprender, la necesidad de superar el academicismo y atreverse a cuestionarse. “En palabras de FREIRE” la práctica educativa progresista es exactamente el desarrollo de la curiosidad critica, insatisfecha, indócil, que permita abrir espacio para la indagación y acceso al conocimiento y la información con posibilidades de comprender su magnitud y pertinencias de acuerdo con las necesidades contextuales donde se ubica la formación.-
INCA ROBERTO
El artículo está referido a: La formación a partir de la reflexión sobre las propias practicas docentes. Fundamentos y acciones a realizar. La reflexión y la crítica en la formación docente Hoy
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