La vida de Buda: Infancia y entrenamiento, su fortaleza no física.

Resumen: La vida de Buda.

Buda nació en el norte de la India en el siglo VI a.C. Maya, su madre y esposa del gobernador de uno de los reinos de la India, murió unos días tras dar a luz. La leyenda dice que Buda, llamado Siddharta, nació con marcas en el cuerpo, signo aquel entonces considerado como señal divina. Un profeta fue llamado para bendecir al niño y declaró que iba a llegar a ser un gran líder militar o bien un gran líder espiritual.

Su primera experiencia con el mundo exterior fue en un festival, él se fijó en un campesino arando la tierra, de donde un gusano quedó a la vista y un pájaro lo comió, entonces se dio cuenta de que toda acción estaba conectada (Karma).

Según crecía se iba haciendo más observador e inteligente, cosa que disgustaba a su padre ya que según el Brahmanismo, religión predominante en la India en aquella época, un hijo debía seguir los pasos de su padre, que en éste caso era un conquistador guerrero.

Cuando Siddharta era ya adolescente hizo un viaje acompañado de su cuidador fuera de palacio y vio 4 señales que le cambiaron la vida, así como había predicho el profeta. Primero vio un hombre viejo, descubriendo la vejez, después vio un enfermo, descubriendo la enfermedad, luego se encontró con un cadáver de camino a ser incinerado, dándose cuenta de que la reencarnación (creencia del Brahmanismo) era un ciclo sin fin de dolor y sufrimiento. Por último y más importante: vio un hombre con una simple túnica en un camino meditando, contándole su cuidador que ese hombre había renunciado a los placeres de la vida para meditar y enfrentar la realidad buscando respuestas a la dolorosa existencia.

Siddharta había estado cegado por su padre con una vida fácil y de lujos, por lo que no tenía ni idea de cómo era el mundo real. A partir de entonces empezó a pensar de otra manera totalmente realista, se dio cuenta de que las paredes del palacio algún día acabarían derrumbándose y que su recién esposa e hijo acabarían enfermando y muriendo.

Decidió escapar de su palacio para buscar la verdad y tratar de comprender y evitar el sufrimiento. Comenzó a reconsiderar las creencias del Brahmanismo, que dejaba el conocimiento en manos de unos pocos sacerdotes, causando que el pueblo tuviera diferentes puntos de vista, todos caóticos y alejados de la realidad, así que decidió que debía de cambiar esto.

Buscó a los mejores maestros jainistas para aprender la meditación pero vio que no era suficiente para escapar del ciclo de sufrimiento. Probó con diferentes técnicas de la época como no bañarse, aguantar la respiración, o autoinflingirse dolor. También hizo un ayuno extremo que casi lo mata hasta que se dio cuenta que si seguía así moriría sin haber conseguido la iluminación.

Tras ésto dejó de forzarse a si mismo y buscó un equilibrio, se sentó debajo de un árbol y juró no irse de allí hasta haber encontrado la iluminación. En sus pensamientos acabó enfrentándose a su demonio interior, Mara, y lo venció. Entonces se dio cuenta que el deseo es sufrimiento y que sin él la insatisfacción y el dolor desaparecerían, ésta era la iluminación que tanto había buscado.

Dedicó el resto de su vida a transmitir sus enseñanzas, fundó escuelas y atrajo a una gran cantidad de seguidores que transmitirían su conocimiento de generación a generación hasta el presente. Murió a los 80 años.

Gracias a Asoka (siglo III a.C), el primer emperador de la India, el budismo se ha extendido tanto ya que mandó monjes a Sri Lanka, Nepal, etc. También construyó pilares en los lugares significativos de la vida de Buda.