CFDs, ¿Invertir poco y ganar mucho?
La revolución tecnológica ha cambiado las reglas de juego en el sector financiero. Un ejemplo claro de ello lo encontramos en la compra y venta de acciones y bonos, activos financieros que anteriormente estaban reservados solo para inversores institucionales con grandes capitales y estructura suficiente para operar en mercados muy complejos y con altos costes.
Sin embargo, hoy en día para el inversor minorista (como tú y yo) comprar una acción es igual o más sencillo que pedir un café. La facilidad a la hora de invertir ha ido acompañada de una disminución significativa en las principales comisiones, lo que beneficia la rentabilidad del inversor. Al menos en Europa y el norte de América existe una guerra entre los brokers (intermediarios en operaciones de compra y venta de valores financieros y de acciones que cotizan en bolsa) para ofrecer las comisiones más bajas, persuadiendo al potencial inversor a operar con ellos.
Lamentablemente, continuo a la espera de que los brokers low cost arriben a mi país, Colombia, donde las altas comisiones desincentivan al inversor minorista a operar en mercados financieros, teniendo que optar por invertir en los productos tradicionales de la banca.
Si bien es cierto que las facilidades para operar son altas, la cultura financiera todavía no lo es, por que muchas personas al invertir no saben lo que compran. Lo preocupante es que muchos brokers han realizado masivas compañas de marketing con el fin de atraer a clientes, proponiéndoles formación, acompañamiento constante, cuentas demos para practicar y hacer de ellos unos expertos traders (persona o entidad que compra o vende instrumentos financieros).
El producto estrella ofrecido por los brokers son los Contracts For Differences (CFDs), que son una operación financiera donde la parte compradora y vendedora acuerdan intercambiar a vencimiento la diferencia entre el precio de compra y el de venta de un activo financiero, ya sea una acción, materias primas, índices, divisas etc. Este producto permite la inversor apalancarse, con lo cual puede comprar una activo financiero, por ejemplo acciones por valor de 10.000€, colocando una garantía de tan solo el 1% del valor, es decir, depositando en su cuenta bancaria solo 100€. El nivel de apalancamiento y garantía a depositar depende del activo financiero y el broker con que se opere.
Sin duda alguna, es un producto que a simple vista llama la atención, puesto que si el mercado sube un 0,80% se ganarán 80€, lo que significaría una rentabilidad de 80%, teniendo en cuenta que solo ha invertido 100€. Sin embargo, puede suceder lo contrario, perdiendo el 80% de la inversión. El inversor debe tener en cuenta que los mercados son volátiles, así como se puede tener una alta rentabilidad, también se puede perder todo el capital (nunca quedará en negativo).
A pesar de las oportunidades que tienen los CFDs, el inversor inteligente no se puede dejar engañar y debe tener en cuenta que el riesgo de estos productos es alto, ya lo advirtió la Comisión Nacional del Mercado de Valores (España) hace un par de semanas, anunciado que el 82% de los clientes que realizaron operaciones con CFDs entre 1 de enero de 2015 y 30 de septiembre de 2016 sufrieron pérdidas. Lo anterior, no significa que la comercialización de CFDs debería prohibírsele, sino que se debe velar por la protección del inversor minorista, estando los brokers en la obligación de advertir a sus clientes que el producto es de alto riesgo y que pueden perder todo el capital.
Desde mi experiencia, he conocido personas que invierten en divisas, acciones, materias primas a través de CFDs y consiguen excelentes resultados, gracias a un exhaustivo análisis técnico y fundamental (en menor medida). La formación necesaria para operar en estos productos no se adquiere en un par de días, como lo han intentado vender muchos brokers, no es lo mismo operar con una cuenta demo de 50.000€ que permite un mayor apalancamiento, garantías suficientes y ¡pérdidas no reales! a hacerlo con dinero propio, donde las condiciones suelen ser las contrarias. La fortaleza psicología en este mercado es muy importante, ya que el apalancamiento permite que las ganancias y pérdidas se pueden ver en pocos minutos e incluso segundos.
Lo anterior no corresponde a una clase magistral de inversiones, simplemente una invitación al inversor minorista a investigar sobre el activo en el que pretende invertir. Uno de los principios de inversión del gurú de las finanzas Peter Lynch es “invertir en lo que sabes”, y en esta ocasión cobra mucho sentido. No tengo duda que los CFDs son un magnifico instrumento financiero que, usado de forma adecuada generará beneficios. Pero saber utilizarlos requiere tiempo y dedicación. Si usted no está dispuesto a hacer de ello un trabajo, es mejor no hacerlo, no crea en la publicidad de muchos Brokers y clubes de inversión que venden la fantasía de que con tan solo un par de horas de trabajo al día y poca inversión se puede llegar a ser millonario, antes podría pasar lo contrario: perder todo lo invertido.
¡Éxitos!
JB https://finant.es/
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