Inseguridad en México
La inseguridad en México ha dejado de asombrar a los ciudadanos del país. Mientras que no es difícil acordar que vivimos en un país con un alto índice de violencia, la gente ha aprendido a vivir con ello, resultándole más fácil seguir con su vida diaria y pretender que no está ahí, cuando en realidad cada día se acerca más a nosotros. Desgraciadamente escuchar sobre muertes, cadáveres encontrados y desapariciones, se ha convertido, para el pueblo mexicano, en la noticia de todos los días. Hacia finales del 2017, una encuesta realizada por el INEGI reveló que el 76% de la población mexicana se siente insegura viviendo en su ciudad (Beauregard, 2017). Este es un problema que se ha mantenido presente y ha ido incrementando de manera alarmante en los últimos años. Solo en enero de este año se registraron dos mil 545 homicidios dolosos, convirtiéndolo en el mes más violento desde el 2011 (Miranda, 2018). Además fueron registrados 62 mil 176 robos y cuatro mil 972 casos de narcomenudeo (RT, 2018).
Es posible señalar que el narcotráfico es uno de los principales causantes de violencia en el país, en múltiples ocasiones como efecto secundario de las disputas por el territorio entre los diferentes cárteles o células delictivas. Como consecuencia de la inseguridad, además de la violencia, la cual involucra múltiples muertes, extorsiones, agresiones y desapariciones, también existen más de un millón de desplazados, y está presente la degradación de los derechos humanos.
El narco ha crecido exponencialmente en el país, y la verdad es que esto ha sucedido porque nosotros lo hemos permitido. La sociedad y sobre todo las nuevas generaciones, le han dado entrada a los “ricos nuevos”, se han mezclado con ellos. ¿Por qué? Porque son los que tienen dinero (no importa de donde venga) y pueden pagar las mejores escuelas, los mejores carros, ropa de diseñador y hasta las mejores mesas en el antro. Los jóvenes se han dejado llevar por el poder del dinero, haciéndose de la vista gorda ante lo que está detrás del dinero de algunas personas, y mientras no estén de su lado malo, “no pasa nada”.
En pocas palabras, nos quejamos de la violencia, pero apoyamos a quienes la provocan, echándole la culpa al gobierno de que ellos permiten que las cosas sigan pasando, cuando en realidad tenemos el poder de detenerlos con tan solo hacerlos a un lado. Nos hemos hecho amigos de nuestros enemigos, y no queremos verlo, mucho menos admitirlo. El pueblo mexicano necesita un cambio, pero no solo puede ser impuesto por el gobierno, sino que debe venir de la sociedad. Fomentar la educación, el trabajo digno, y las buenas relaciones podría ser un comienzo.
Finalmente, es posible concluir que la mayoría de la inseguridad en México existe porque tanto gobierno como sociedad lo permitimos. El paso número uno para acabar con la inseguridad y la violencia, debería ser la acabar con la impunidad, ya que esta es la principal causante de que los crímenes se sigan cometiendo, lo cual a su vez hace que la gente pierda la fe en el gobierno. Seguido por la corrupción, que por lo general va de la mano con el concepto anterior y permite que los criminales tengan a la policía y al gobierno de su lado, evitando que sean acreedores de la sentencia correspondiente a sus delitos. Si se lograra dar la condena adecuada a los delincuentes, el pueblo mexicano tendría razones para confiar en las autoridades, teniendo la certeza de que estas actúan por el bien de la sociedad y del país en general.
Paulina Esquivel Orozco
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