Cultivando marihuana medicinal

Cuando se cultiva marihuana para el consumo humano, la intención es obtener la máxima calidad y potencia, por lo que el cultivo requerirá de mucho más trabajo y conocimiento. Obviamente, si se planta la semilla y se riega, existe la posibilidad de cosechar algo, pero la calidad del producto final dejará mucho que desear. A continuación, haremos un breve repaso a los principales factores que determinan la calidad de la cosecha en un cultivo de marihuana.

Factores determinantes: Tipo de genética

El tipo de planta será clave, tanto si es medicinal como si no, ya que en función de la calidad de la cepa, su comportamiento vegetativo y sus propiedades organolépticas, el cultivo requerirá de unas necesidades u otros. No es lo mismo una cepa con genética Sativa que una Indica o una Rudelaris (indica). Además, las semillas de marihuana pueden ser regulares o feminizadas, así que tened muy en cuenta el tipo de semilla de escogéis y sus propiedades ya que determinarán vuestro cultivo.

Donde plantar

El lugar en el que se plante la cepa será también determinante, no será lo mismo un cultivo en exterior que uno en interior.

Exterior

El cultivo en exterior tan solo requerirá de un buen sustrato, agua, fertilizantes y un lugar soleado y bien aireado que no se encuentre a la vista.

Interior

Por su parte, el cultivo en interior requiere del montaje de un cuarto de cultivo que recree las condiciones climáticas idóneas para el cultivo de dicha especie vegetal. Para ello se necesitan muchos materiales como un sistema de iluminación, otro de ventilación, una cobertura para las paredes que refleje y aproveche al máximo la luz, un sistema de riego, un filtro anti-olor, temporizadores, macetas, ventilador, y un termohigrómetro. Estos son los elementos básicos, aunque en función de la profesionalización del cultivo se les podría añadir unos cuantos más, como los medidores de PH, los ozonizadores o los deshumidificadores, entre otros aparatos.