¿Cuáles son los tipos de ingresos básicos?

Aterrizar en la vida adulta supone familiarizarse, de manera progresiva y en la medida de lo posible, con múltiples trámites burocráticos y bancarios. Es importante saberlo todo de nuestras finanzas, incluida la letra pequeña y aquellos procedimientos que inicialmente parece que no nos afectan de forma activa, pero que siempre nos afectan de manera pasiva. Un ejemplo son los ingresos de la o las empresas para las cuales trabajemos. No obstante, por algo hay que empezar. No podemos abarcar en tiempo récord la maraña de nomenclatura economista y empresarial que puebla nuestros documentos más fundamentales, los que necesitamos como trabajadores y trabajadoras profesionales. Hay que empezar por una base sólida, esencial y fácil de comprender, a través de la cual podamos aspirar a conocer cada día un poco más, y tal vez a seguir aprendiendo a través de la práctica. Por eso, lo primero que deberíamos preguntarnos es lo siguiente: ¿cuántos tipos de ingresos existen? Naturalmente, como profesionales en cualquier ámbito, es muy importante conocer las maneras de obtener dinero. En realidad, hay tantos como opciones laborales existen, pero podemos establecer una serie de ingresos básicos. Son tres: los ingresos activos, también llamados ingresos ganados; los ingresos pasivos o de flujo de casa; y los ingresos por ganancia de capital, que también reciben el nombre de ingresos portfolio. Los primeros, los activos, son de sobra conocidos; es decir, las ganancias económicas percibidas por la realización de una actividad. Un ejemplo es la nómina mensual de cualquier trabajador asalariado. En cuanto a los segundos, los obtenemos a cambio de la realización de una actividad que no requiere nuestra participación activa, como la Bolsa o un alquiler a terceros de un piso de nuestra propiedad. Los ingresos por ganancia son un punto medio entre los dos: la actividad realizada no se relaciona de manera directa con el tiempo invertido, pero es necesario llevar a cabo una serie de acciones; por ejemplo, la venta de objetos de segunda mano. Sabiendo todo esto, estaremos definitivamente preparados para emprender nuestra solitaria y adulta vida en pos del progreso económico. Lo demás, ya lo iremos viendo.