El coche eléctrico, ¿una realidad en la década que viene?

El coche eléctrico está teniendo un gran crecimiento en los últimos años, con mucha gente interesada en su funcionamiento y dando una alternativa que parece ser el recambio natural para los vehículos con motor de combustión. De hecho, cada vez son mayores las ayudas y facilidades que se dan a este tipo de transporte, mientras que las restricciones a los coches diésel y de gasolina van en aumento. Pero no todo son ventajas en este tipo de automóviles: hay muchos aspectos que hay que pulir y hay muchos recursos limitados que harían imposible una masificación de los coches eléctricos en el corto plazo.

Aunque continuamente nos lleguen noticias en las que se nos asegura que la red eléctrica en España está preparada para soportar la carga de coches eléctricos en gran número, esto no es realmente verdad. Incluso con el consumo actual (mucho menor que el que se calcula para años venideros) hay que importar energía, ya que gran parte de las renovables no están funcionando continuamente y muchas de estas tecnologías todavía son caras y no están optimizadas.

La cantidad de coches que circulan en nuestro país es aproximadamente de 30 millones, de los cuales ni siquiera un 1% es 100% eléctrico, con lo que la energía actual es suficiente para la carga de vehículos híbridos o eléctricos. El problema vendrá cuando la mayoría de gente tenga un coche eléctrico, ya que actualmente se generan unos 20.000 megavatios y, en caso de que al menos 20 millones de vehículos fueran eléctricos, se necesitarían más de 50.000 megavatios para abastecer las necesidades de energía para la recarga durante las noches.

Lo que también es cierto es que la transición hacia un planeta verde es cada vez una realidad más plausible, con la energía nuclear escalando fuerte en el mercado. De esta forma se intuye que las infraestructuras de las eléctricas se irán adaptando poco a poco a las nuevas necesidades de la sociedad. Por eso, no hay que precipitarse a la hora de instaurar los vehículos eléctricos en las ciudades, ya que hasta que no se tengan los recursos necesarios lo único que podría suponer es un problema.

Adem&aacu te;s del tema energético, la transición hacia coches eléctricos cuenta también con un inconveniente muy importante: la fabricación de baterías, la cual es todavía limitada. Si a esto añadimos que el reciclaje de las baterías es en la actualidad casi inexistente, esto hace que haya un coste oculto para el medio ambiente del que apenas se habla.