La mejora de la productividad en negocios españoles, un reto en 2020 para los empresarios

El tejido empresarial español cuenta con pocas compañías de grandes dimensiones, habiendo una clara dominación de pequeñas y mediana empresas, lo cual puede hablar de lo poco que se favorece el crecimiento de cualquier negocio.

De hecho, si comparamos la dimensión media de las empresas españolas con la de otros países europeos con un nivel de desarrollo parecido, el resultado muestra claramente un menor tamaño medio de las compañías españolas.

Por ejemplo, Alemania cuenta con unas cinco empresas de gran tamaño (más de 250 trabajadores) por cada mil, mientras que en España se cuenta alrededor de una empresa por cada mil.

Es cierto que estos datos no deberían tomarse como algo negativo sin más desarrollo, pero lo que sí deja claro es que se deberían buscar vías para conseguir un mayor crecimiento de las empresas. Una de estas vías es sin duda el aumento de la productividad, ese concepto tan perseguido por cualquier empresario.

La productividad en España es también baja respecto a los países competidores más directos, excepto en algún sector industrial donde el país ibérico domina, aunque es cierto que a la hora de medir la productividad existen muchas técnicas y no siempre tiene un impacto sobre los resultados.

Responder a esta pregunta es algo realmente complejo, ya que son muchas las variables que afectan a una empresa y muchas las medidas que se pueden tomar para enderezar el rumbo. En cualquier caso, hay que crear estrategias que marquen un camino a seguir, con el que se puedan ir viendo resultados cuantificables.

Es cierto que hay que estudiar cada caso por separado y analizar los puntos fuertes y débiles de un negocio para hacer una estrategia a medida, pero en este artículo dejamos algunas recomendaciones básicas que pueden servir para mejorar la productividad de cualquier empresa:

•     &nb sp;    Estar a la vanguardia en la tecnología: Tener los equipos tecnológicos de última generación va a ser fundamental para mejorar la eficiencia en el trabajo, si bien es cierto que se deben modernizar en base al presupuesto y a las expectativas que tenga la compañía.
•   &nbs p;      Buscar nuevas oportunidades de mercado: El mundo empresarial es un mundo en constante cambio, por lo que no podemos quedarnos estancados con las mismas ideas siempre. Es importante analizar las oportunidades que ofrece el mercado y actuar para adaptarnos a ellas.
•      &nb sp;   Formar bien al personal: La parte humana de la empresa es prácticamente lo más importante, por lo que hay que capacitar a los empleados para que sepan ser lo más productivos posible. Lógicamente, tener unas condiciones buenas de trabajo hará que se consigan mejores resultados.
•     &nbs p;    Hacer una planificación: Marcar una hoja de ruta con la que actuar es parte fundamental del proceso de mejora, comenzando por un diagnóstico de la situación, ya que si se actúa en base a impulsos o decisiones poco reflexionadas la eficiencia va a ser mucho menor.