La tendencia de los juguetes slow

El movimiento del juguete slow está inspirado en el estilo de vida slow, vivir sin prisas y disfrutando de las cosas realmente importantes. 

El propósito del movimiento es promover el uso de "juguetes reales" que estimulen la imaginación, la capacidad de aprendizaje y el juego activo de los niños.

Los juguetes slow no llevan pilas y tienen un importante valor educativo y medioambiental. Acostumbran a estar fabricados casi en su totalidad con materiales nobles y naturales (como cartón, papel, madera, tejidos naturales, fieltro, corcho, etc.).

Su principal ventaja es que al ser juguetes estáticos y no tener "efectos especiales" como luces, sonidos, movimientos mecánicos, etc., no robarán el protagonismo a los niños mientras juegan. Estos juguetes siguen la máxima de que cuantas menos cosas haga el juguete, más cosas hará el niño. 

El juguete slow que más está triunfando en 2020 es el arcoíris de madera.

• Deben encender la imaginación, inspirar la creatividad y motivar el juego libre. De esta manera el juguete da a los niños la libertad de desarrollarse a su propio ritmo.

• No deben requerir baterías para funcionar.

• No deben de estar fabricados puramente de plástico, ya que se trata de un material que no aporta prácticamente ningún estímulo a nivel táctil. Los juguetes lentos dan prioridad a materiales naturales por ser, además, mejores para el medio ambiente.

• Deben de resistir el paso del tiempo. Tanto por su durabilidad y atemporalidad, como por su capacidad de adaptación a las etapas de crecimiento del niño. Una característica especialmente importante de los juguetes slow es que son también evolutivos.

• Debe de tener valor didáctico en sí mismo. El juguete debe apoyar el desarrollo de los niños: aprendizaje, capacidad cognitiva o desarrollo motor.

• Ser respetuosos, en gran medida, con el medio ambiente (materiales reciclados o reciclables, pinturas ‘eco-friendly’, etc)

• Deben estar fabricados garantizando la calidad. Cumplirán, por supuesto, todas las normativas y licencias necesarias para su comercialización.

• Son juguetes que requieren manipulación. Los niños deben interactuar con ellos con sus propias manos. 

• Deben tener una buena relación calidad-precio, porque el objetivo no es crear juguetes exclusivos para la élite, sino popularizar el uso de materiales de juego de alta calidad y ponerlos a disposición de todas las familias.