Reflexión Sobre el Feminismo
Reflexión sobre el Feminismo Autor: Meysy Elizabeth Ortegón Dzul ¿Qué significa ser mujer? Durante mucho tiempo me lo he preguntado, ¿será que solo significa tener hijos y dedicarse al hogar? La verdad es que no, esa limitante no es el sentido de nuestra existencia, pues nosotras las mujeres somos más que eso, hemos demostrado que somos valiosas, emprendedoras, y únicas, de ahí la razón de ser del movimiento social llamado "Feminismo" cuyo fin es lograr el reconocimiento de las capacidades y derechos que han sido reservados para los hombres, es decir una igualdad de género. Si bien es cierto que la constitución señala en sus artículos que todo ser humano tiene derecho a ejercer las garantías individuales que se le otorga, así como también establece que tanto el hombre como la mujer son iguales ante la ley, pero esto desafortunadamente no se ha cumplido, queda más que demostrado que la igualdad y la equidad no existe, que sólo es una mentira de nuestra propia sociedad, por ello el feminismo ha buscado el no permitir la violación de estos derechos de igualdad que tenemos. Aunque parezca irónico es cuando me he dicho si realmente existe la igualdad de género, es aquí donde es necesario preguntarse ¿Cuáles son los valores que estamos practicando como seres humanos? ¿Qué pasa con la preocupación si es que la tenemos con nuestras buenas enseñanzas? Si igualdad de género se refiere precisamente al respeto de los mismos derechos y oportunidades, ¿Por qué tratamos de ver quien es mayor a quién? ¿Por qué nos vamos hacia los extremos? Si lo único de lo que se trata es que el hombre no sobrepase la dignidad de ser humano que posee la mujer. Claro está que tanto el hombre como la mujer somos diferentes, tenemos capacidades y necesidades distintas, pero ser diferente no significa ser inferior, por ello soy de la idea que cuando veamos un caso de injusticia ya sea social, moral, psicológico o económico de un hombre hacia una mujer o viceversa tenemos que denunciarlo y no quedarnos callados como cobardes por miedo al qué dirán. Así pues, ser feminista no implica estar en contra de los hombres, ya que no se trata de ayudar solo a las mujeres en su lucha, sino de tener claro que la lucha es para todos, por ello tenemos que respetar al hombre pero primero que nos respeten a nosotras no por nuestro físico sino por el derecho que nos corresponde, hay que reconocer que todavía existen hombres que ven a la mujer como un objeto como algo que sirve para que adornen su vanidad. Mujeres y hombres respetémonos, y ustedes mujeres no tienen derecho a soportar insultos, regaños, mucho menos golpes, o solo por aguantar la frustración de alguien que nunca puede lograr sus ideales y busca sus víctimas con quien desquitarse. Exijamos igualdad de trato, no permitamos ser limitados en oportunidades o recompensas, pues nada ni nadie nos solucionará con discursos de promesas distantes de la realidad, si nuestra sociedad está mal nuestra gente está mal. No queremos migajas ni lástima, tanto el hombre como la mujer tenemos los mismos derechos, pero para ello debemos prepararnos para poder defendernos cuando alguien tenga el deseo de hacernos sentir mal, tenemos que respetarnos, comprendernos, porque de lo contrario sembraremos el odio, el rencor, el desprecio, la humillación, y la desigualdad. No es posible que como seres humanos no pensemos en el daño que en ocasiones hacemos a nuestros semejantes, como es posible que los mexicanos hagamos más débil al que ya lo es, protegemos siempre al rico, al poderoso, al político, ahí vamos a rendirles falsos honores pero que tal a un indefenso o indefensa que nos necesita, nosotros lo ignoramos por una sencilla razón, por creer que no necesitamos de su persona. ¡Basta! Digamos siempre la verdad con razón para lograr la justicia de la verdadera igualdad, y aunque el compañero no esté de acuerdo hazlo tú, porque mañana eso le enseñaras a tus hijos, solo así lograremos un valor más en la humanidad. Practiquemos valores como el respeto, la tolerancia, el amor, la fortaleza, y la humildad con las demás personas, si nosotros somos cómplices de una injusticia, de un asesinato, o de una violación, eso es lo que enseñaremos, aunque hoy nos sintamos felices por ello. Hoy me atrevo a invitar a todas y todos a sumar esfuerzos, a comprometernos, a ir en busca de una nueva sociedad, una perspectiva de género, no olvidemos que una enseñanza negativa a la desigualdad de la equidad de género en casa, en la escuela, en el trabajo, o en cualquier grupo colectivo, solo dará como resultado, una ¡sociedad mediocre!
Meysy Ortegon
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