Reconocimiento de Expresiones Faciales en los Individuos

Introducción

  En esta investigación nos centramos en descubrir las distintas percepciones que tiene la sociedad ante las emociones y sus expresiones, cómo estas se presentan en cada uno de nosotros, qué factores hacen que nos permitan reconocerlas, y qué concepciones existen acerca de las distintas expresiones.

Asimismo, en el foco experimental, quisimos ver qué tan importante e influyente eran los elementos objetivos tales como el ambiente, las situaciones y las edades a la hora de determinar una emoción.

Para concretar esto, veremos las respuestas de 12 sujetos a los que tomamos de prueba y les mostramos las imágenes y los textos. Estos sujetos compartirán, para fines más exactos, características similares en rango de edad, ocupación, grupo social y género.

Los resultados en esta investigación nos mostrará, entonces, el peso que tienen las emociones heredadas y cómo la cultura, o hasta la imaginación inclusive, son capaces de hacernos percibir tan fuertemente una emoción en concreto con tan solo una imagen y un texto.

 

Problema de Investigación

 En la entrevista, los sujetos se mostraron desorientados con la situación, no logrando entender lo que debían decir, o hacer, con los materiales litero-visual dados. Se preguntaban cosas como "¿Qué tengo que hacer con esto?" “¿Se supone que tengo que decir dos emociones diferentes?”, ya que claramente notaban una contradicción en lo mostrado. Aun así, lo único que debíamos decirles era, simplemente, que nombren una emoción, que identifiquen la expresión que se encuentra en la imagen.

 Una vez aclarado esto, en las primeras imágenes aún se notaban algo confundidos, y respondían de manera desconfiada sin estar muy seguros de su respuesta. A medida que avanzaban sobre las imágenes, pudieron desenvolverse cada vez más y relacionar las expresiones que se encontraban con situaciones cotidianas, haciendo empleo incluso de la imaginación y creando situaciones irreales con los textos y las imágenes. No obstante, hubo imágenes más complejas, capaz con un doble sentido de expresión, en las que los sujetos se equivocaron al dar sus respuestas. Es así como, a pesar de poder comprender el ejercicio, no acertaron en algunas imágenes porque tenían diferentes opiniones sobre cada situación que iban creando para cada imagen, siendo influenciadas sus respuestas por su gran capacidad imaginativa.

 

Objetivos

r  Los objetivos de esta investigación se basaron en ver con qué facilidad una persona reconoce las expresiones de las emociones básicas aún en contextos incongruentes o congruentes, y en personas con distintas características de género, edad y etnia (cultura). Así también como ver que zona del rostro muestra de manera más acertada las emociones.

Imagen utilizada para la investigación: https://imgur.com/sbUBuzX

Presentación y resultados

Los sujetos a entrevistar son varones entre 18 a 23 años que van a la facultad.

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Asco 1 Con

Asco 2 Incon

Ira 1 Con

Ira 2 Incon

Miedo 1 Con

Miedo 2 Incon

Sorpresa 1 Con

Sorpresa 2 Incon

Tristeza 1 Con

Tristeza 2 Incon

Alegría 1 Con

Alegría&n bsp; 2 Incon

Su jeto 1

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Sujeto 2

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Sujeto 3

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Sujeto 4

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Sujeto5

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Sujeto 6

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Sujeto 7

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Sujeto 8

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Sujeto 9

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Sujeto 10

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Sujeto 11

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Sujeto 12

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O= acierto x=error

 El sujeto 1, En el contexto congruente de Asco entiende rápidamente la expresión gracias a la boca, como la tiene fruncida y concluye justificándose con el texto. En el contexto incongruente, sin embargo, nota un problema entre la imagen y el texto, y cuestiona por qué el texto dice lo que dice si la expresión es negativa. Aun así, no concluye en que la expresión es de asco sino más bien de “Terror” gracias a los ojos,  al objetar que “está atemorizada de probar más, o de decir la verdad acerca de la pizza”. En la Ira el sujeto no logra adivinar la emoción, declarando en ambas que la persona en la imagen parece “Eufórica” y “llena de energía”. Sin embargo, siente un deje de violencia gracias a la nariz y las cejas fruncidas, pero aun así no le parece que sea Ira. El sujeto vuelve a remarcar la contradicción imagen/texto y crea una situación en la que la “persona se encuentra eufórica por encontrarse en su casa”. En la emoción Miedo tampoco acierta ningún contexto, diciendo que en ambas la persona siente una sorpresa desagradable, como un ligero Disgusto, diciendo “No le agrada lo que va a suceder” para el contexto congruente y dice que sus ojos son más bien de alguien sorprendido en el mal sentido. Para la sorpresa, el sujeto acierta en el contexto congruente, gracias a los ojos y las cejas, diciendo que está presenciando una “sorpresa increíble”. Sin embargo, en el contexto incongruente falla, y dice que la persona está “contenta” y recibió una “sorpresa agradable”, sin prestarle mucha atención al texto y sin concluir con que la emoción sea Sorpresa. Con la tristeza, tampoco cree que la emoción sea esa en ninguno de los casos. Alega que el niño está negado, “que no quiere ver”, y que siente Ira por la forma en que aprieta los ojos. En el contexto incongruente dijo que siente Angustia, como si estuviera reprimiendo algo. Concluyó diciendo que la suma de estas dos emociones (ira y angustia) produciría la tristeza, pero no era lo que se mostraba en la imagen a fin de cuentas. Por último, acierta en ambos contextos en la emoción Alegría gracias a los ojos y las cejas, diciendo que “son expresiones por completo de alguien que está feliz”. Aun así, cree que el lenguaje corporal es engañoso en el contexto incongruente y que la chica está mintiendo, diciendo que en realidad está triste por la situación del texto.

 El sujeto 2 En Asco, acertó ambos contextos y añadió que además de sentir “asco”, demostraba desconfianza y decepción. En la Ira el sujeto acertó en el contexto congruente, diciendo que gracias al ceño fruncido y la comisura de la boca alzada denotaba una expresión agresiva. Por otro lado, objetó que en el contexto incongruente “no tiene sentido” texto e imagen y concluyó por decir que la persona estaba emocionada y extasiada por encontrarse tranquilo en su casa. En el miedo acertó el contexto incongruente al alegar que la mujer estaba “mintiendo” y que en realidad sentía Miedo. Aun así, en el contexto congruente dijo que lo que vislumbraba era preocupación más que otra cosa. En la Tristeza le erró a ambos contextos, y objetó que el niño sentía dolor y desamparo, diciendo que “la tristeza es más pasiva, es menos evidente, y que la expresión del niño es más bien una expresión activa y que evoca más esfuerzo, que está impulsada por sentimientos más fuertes que la tristeza”. Para el contexto incongruente agregó que el niño se sentía repugnado, según la expresión de su boca. Por último, para la alegría, acertó en el contexto congruente diciendo que la mujer sentía realización y felicidad, pero le erró al contexto incongruente relacionando texto e imagen y objetó que la mujer sentía soberbia, despreocupación e insensibilidad ante la situación.

 El Sujeto 3 adivina la emoción de asco. Cuestiona la imagen de al lado, pero no se deja llevar por lo incongruente. Está de acuerdo con el texto congruente. Con ira, adivina la emoción sosteniendo que la persona le quiere pegar al otro. Está de acuerdo con lo congruente pero no con lo incongruente. En miedo, acierta a la emoción. Opina que intercambiaría los dos textos de las imágenes. Luego en sorpresa, adivina la emoción y le da la razón al texto congruente. En el incongruente no está muy seguro. Con tristeza, le da la sensación que le pasó algo al niño y está llorando descontroladamente, que lo encarcelaron y no quiere estar ahí. Le da la razón al texto congruente y le causó gracia el incongruente sin estar muy seguro. Para alegría opina que la mujer parece estar de viaje y feliz. Está de acuerdo con el primer texto y también con el segundo, solamente que en el último piensa que es una ironía.

 El Sujeto 4 acierta a la emoción de asco. Siente placer y tensión en la primera mitad y en la segunda refuerza la emoción principal. Con ira ve la parte de arriba como determinación y la segunda mitad grito de furia. No está de acuerdo con el texto incongruente. En miedo interpreta a la mujer como preocupada o de susto. La primera mitad es angustia, la otra mitad vende la resolución del susto y tampoco está de acuerdo con el texto incongruente. En sorpresa adivina la emoción y la interpreta en la primera y segunda mitad. Luego en tristeza, cara de sufrimiento, ambas expresiones de tristeza y dolor. La segunda mitad rompe ese tono.  En alegría interpreta a la mujer como contenta. La primera mitad concuerda con la imagen principal mientras que en la segunda festeja, no está de acuerdo con el texto incongruente.

 El Sujeto 5 reconoce la emoción de asco, lo compara con algo repulsivo como el queso podrido y no afecta la imagen incongruente. También reconoce la segunda emoción de ira, pero, en la tercera emoción dice que es "confusión" y no miedo, tampoco dejó influir los textos de las imágenes. Luego en la cuarta vuelve a acertar, diciendo que es "asombro", "sorpresa". En la quinta imagen dice que es "dolor" y hace incapié en que  más que dolor es tristeza. En la última imagen acierta, pero dice que el texto que dice "mi novio me es infiel" dijo que se la puede interpretar como alguien que está siendo sarcástica.

 El Sujeto 6 reconoce la emoción de asco y específica que va con la frase de "se pudrió el queso" que con la de "qué rica está la pizza". Reconoce la segunda emoción diciendo que va con "cómo odio a esta persona". No acierta la tercera emoción, dice que es una cara de incertidumbre, acierta la cuarta imagen diciendo que va con el texto de "realmente no me esperaba esto". En la quinta imagen dice que es de dolor y tristeza, dolor en la parte de los ojos y tristeza en la parte de la boca, y en la última acierta también, diciendo que es alegría y que va con el texto de "estoy cumpliendo mis sueños"

 El Sujeto 7 opinó que en la primera mitad de la imagen que representa la emoción de asco, vio una cara de disgusto, donde reconoce que la persona comió algo que no le apetecía; en la otra mitad, noto lo mismo. Luego, en la primera mitad de la emoción de ira, acertó con la emoción; el dijo que notaba que la persona estaba gritando eufóricamente; en la otra mitad, opino lo mismo. Por otro lado, en la primera mitad de la foto que representa la emoción de miedo, noto que estaba sorprendida ya que “había visto algo que la impactó y le dio un disgusto”. En la otra mitad, también noto lo mismo. Por otra parte, en la primera mitad de la foto de la emoción de sorpresa, acertó la emoción. En la otra mitad, noto la emoción felicidad. Luego, en la primera mitad de la emoción tristeza, noto que la persona estaba sufriendo ya que “no le está gustando lo que está sintiendo”. En la próxima mitad, lo notó feliz ya que “vio algo que le gusto y le generó una sensación grata”. Por último, En la primera mitad de la emoción de alegría, noto que estaba feliz, y en la otra mitad, noto lo mismo.

 El Sujeto 8 al ver la primera mitad de la imagen que representa la emoción de asco, acertó, y también lo hizo con la otra mitad de la imagen. Luego, en la primera mitad de la imagen de la emoción de ira, también acertó con la emoción, pero su opinión hacia la otra mitad, fue que vio una emoción de euforia, “ya sea estando feliz o enojado”. Por otro lado, en la primera mitad de la emoción de miedo, noto que estaba preocupada, y en la otra mitad, noto que estaba confundida y no entendía lo que estaba escuchando o viendo. Por otra parte, en la primera mitad de la emoción de sorpresa acertó con la emoción, y en la otra mitad,  también acertó, pero mencionó que estaba sorprendido “ de algo que logró hacer.  Luego. en la primera mitad de la emoción tristeza, noto que estaba sufriendo, y en la otra mitad, noto que estaba preocupado “y no sabe qué hacer”. Por último, en la primera mitad de la emoción Alegría, el noto que estaba feliz, y en la otra mitad, noto lo mismo.

 El sujeto 9 con la emoción de Asco, el sujeto concluye que la emoción es disgusto. En el contexto congruente entiende que la persona probó algo en mal estado pero con el incongruente dice que probablemente la persona está tratando de aguantar un dolor de cabeza. En la Ira el sujeto acierta en ambos contextos, declarando que es enojo y que la persona parece estar frustrado y aguantando muchas cosas. En la emoción de miedo, no acierta en ningún contexto, a él le parece desconcierto como cuando alguien llega a decirte algo y no entendés de lo que está hablando. En el contexto congruente le parece nerviosismo, mientras que en el incongruente la persona no sabe que decir. Para la sorpresa, el sujeto determina para ambos contextos que la emoción es confusión. Con la tristeza el sujeto está un poco confundido, con el contexto congruente cree que podría ser miedo mientras que en el incongruente ve tristeza y dolor. Finalmente para alegría, el sujeto ve tranquilidad, le parece alguien alegre disfrutando el momento.

 El sujeto 10 fue más breve con sus respuestas y casi no tomó en cuenta los textos. Con la emoción asco, el sujeto acertó diciendo que "es mi cara cuando pruebo algo y tengo que disimular que me gusta cuando me da asco". Para ira, miedo y sorpresa acertó a las emociones sin decir mucho más. Con la tristeza, sin embargo, no tenía idea de qué emoción se trataba. Por último, en la alegría el sujeto dijo que es felicidad. Aunque le parece fingida, como si estuviera tratando de estar bien cuando le pasó algo malo.

 Sujeto 11 Asco, texto congruente: El sujeto al texto "se pudrió el queso" le encuentra dos posibles significados. Primero, el significado literal de un queso que se pudrió dándole razón a la persona de la imagen que tiene una expresión de asco; y segundo, que el texto se esté utilizando como una expresión coloquial, entendida como "se pudrió todo" o "hay bardo" que también podría funcionar con la imagen. Asco, texto incongruente: Afirma que el texto no se relaciona con la imagen. Piensa en el texto y en la imagen por separado. Con el texto le dan ganas de probar la pizza, pero al ver la imagen que contiene una expresión de alguien que se está quejando, ya no estaría tan seguro de querer probar la pizza. Ira, texto congruente: Encuentra una relación entre imagen-texto, diciendo que las dos remiten a la misma idea. La expresión que logró identificar fue el enojo. Ira, texto incongruente: No encuentra una relación entre imagen-texto. El sujeto después de analizar el texto con la imagen, dice que la palabra "tranquilidad" no concuerda con la expresión de enojo y estrés que se muestra en la imagen. Miedo, texto congruente: Afirma que texto-imagen remiten a la misma idea, diciendo "es lo que piensan todos los estudiantes universitarios". Sin embargo, la expresión que identificó fue de inseguridad y preocupación.  Miedo, texto incongruente: El sujeto responde que la imagen no corresponde al texto porque la expresión es más de confusión y no cree que esa sea una expresión de una persona que está segura de no haber sentido miedo con una película de terror. Sorpresa, texto congruente: Aquí el sujeto comenta que es difícil darle un contexto a la oración con solo una imagen. Sin embargo, en este caso, encuentra una semejanza entre imagen-texto. De manera que se puede llegar a pensar en las dos como una unidad, siendo que la imagen sí funciona con el texto. La expresión que identificó fue una de sorpresa. Sorpresa, texto incongruente: Con esta imagen el sujeto no logra identificar ninguna expresión, solo piensa en que la persona de la imagen puede estar hablando o haciendo algún sonido. Comenta que, si bien no hay una expresión clara que le transmita o le remita algo, entiende que los dos elementos en vez de complementarse el uno con el otro, es la oración la que termina por ayudar a la imagen a que ésta se entienda.  Tristeza, texto congruente: La expresión que logra identificar es de dolor. Curiosamente, cree que el texto funcionaria más con una expresión de tristeza, ya que la imagen va más allá del contexto de la oración. Tristeza, texto incongruente: Comenta que la sonrisa de esta imagen no corresponde a la felicidad que dice tener al ver dibujitos. La expresión que logra identificar es de conformidad, que no es lo mismo que felicidad porque se puede estar conforme pero no ser feliz.  Alegría, texto congruente: El sujeto de manera muy confiada dice que la imagen y el texto funcionan muy bien juntas. Solo con ver la parte de los ojos, pudo imaginar fácilmente a la persona sonriendo. La expresión que identifica es de alegría y felicidad. Alegría, texto incongruente: En este caso, el sujeto comenta una posible interpretación. Dice que generalmente, por no decir en la mayoría de los casos, el engaño de una persona a otra produce tristeza, y la persona de la imagen demuestra mucha alegría. Entonces se podría decir que la chica de la imagen no estaba feliz con su relación y usaría este engaño como excusa para terminar con su novio.

 El Sujeto 12 no acierta ni el asco (en el contexto congruente dice que es de dolor, como si le diera dolor de panza y en el incongruente es como si despreciara al queso), ni el miedo (diciendo que en el contexto congruente está sorprendida de una manera negativa y en el incongruente está disgustada con la película), ni la tristeza (en la primera imagen dice que es dolor y en la segunda, desesperación). Sin embargo, acierta la Ira (diciendo que las expresiones faciales son muy agresivas), la sorpresa y la alegría (de nuevo puntuando las expresiones faciales y relacionando o bien cuestionando los textos).

 En sí, todos los sujetos reaccionaron de manera parecida ante la relación imagen/texto. Podemos concluir, en que la zona que muestra con más claridad las emociones son la parte superior de la cara, siendo los ojos los elementos más expresivos de nuestro rostro.

 Asimismo, no está demás descartar que el lenguaje corporal y la parte inferior de la boca también influyó muchísimo a la hora de condicionar las respuestas de los sujetos.

 Por otro lado, los sujetos prestaron atención a las imágenes, en un principio, pero a medida que avanzaba el experimento comenzaron a apoyarse cada vez más en los textos, dejando que los contextos condicionan sus respuestas. Por ejemplo, el sujeto 2 en alegría; la expresión de alegría y felicidad es clara, pero aún así el sujeto termina apoyándose en el contexto incongruente y decide que la mujer estaba siendo soberbia e insensible.

 

Informe final

 En este trabajo nos adentramos a analizar cómo los sujetos perciben las emociones básicas como el asco, la ira, la sorpresa, la tristeza, el miedo y la alegría y con qué rapidez reconocen dichas emociones enfocándonos en las expresiones. Asimismo también buscamos ver cómo un contexto contrario o correcto a una emoción influía en la percepción de las expresiones y sus significados, observando cómo el entendimiento universal de las emociones y el peso de una cultura asociada a estas iba modificando las respuestas.

 Estas expresiones están representadas en imágenes, en las que se puede ver los distintos músculos tensarse propios de la emoción, como en la Ira y el ceño fruncido, los puños apretados, y la boca abierta en un grito (acción, dicho por Darwin, algo primitiva); o los ojos achicados y los dientes mostrándose, en la Alegría.       ;        & nbsp;       &nb sp;    

 Nos planteamos observar si las expresiones eran lo suficientemente claras como para que los sujetos no se dejaran influenciar por los textos, o de alguna manera lo aprendido acerca de las emociones, lo innato inclusive, se vería afectado con los textos. Además, nos resultó curioso ver cómo cada sujeto interpreta las muecas y las expresiones faciales.

 Los sujetos a entrevistar fueron varones de 18 a 23 años. Los mismos son estudiantes de universidad, en situaciones económicas y ocupaciones similares.

 Nuestro método de trabajo fue mostrarle a los sujetos las diferentes fotos de las emociones, divididas en parte superior e inferior del rostro, con sus respectivas frases congruentes e incongruentes. Luego, tomamos nota de las respuestas que nos habían dado para plasmarlas en un cuadro poniendo si habían acertado o no a las emociones reales de cada imagen. Transcribimos también textualmente las respuestas de cada sujeto para que así sea más fácil a la hora de analizar las respuestas, y mostrar los resultados de la investigación.

 Los sujetos mostraron gran seguridad a la hora de adivinar las emociones cuando se trataba de la parte superior de la cara, pero se notaron más escépticos cuando se trataba de definir la emoción sólo con la zona inferior. Mostrándonos esto que la zona más expresiva es, sin duda, la zona superior, conformada por las cejas, los ojos, y la nariz.

 Ahora bien, a pesar de que los sujetos repararon en las distintas muecas y lo que estas puedan significar, se dejaron influenciar en gran medida por los textos, y asociaban expresión con situación, siendo esta asociación su respuesta final en la mayoría de los casos.
Esto podría mostrar cómo Wundt tenía un punto fuerte a decir que de las sensaciones nace una emoción. Por ejemplo, el "olor a queso podrido" (una sensación), los llevaba a los sujetos a decir que la mujer sentía asco. Esto se justifica ya que, para Wundt, las sensaciones son aquellos elementos objetivos obtenidos por la experiencia inmediata, es decir, en respuesta a un estímulo externo y/o interno. Por otro lado, en otras emociones, los sujetos no comprendían por qué el texto decía lo que decía si la imagen, la expresión, era totalmente clara. Un ejemplo de los sentimientos simples o elementos sentimentales, son los que van unidos a la vista de un objeto agradable o desagradable, en este caso el objeto agradable o desagradable son las imágenes; un ejemplo es el del sujeto 11 cuando dice que le genera desconfianza el texto de "qué rica está la pizza" por la imagen que contiene una expresión de asco. El sujeto 11 tiene un sentimiento, que es lo que llama Wundt como sentimientos simples.

 Apoyándonos en Reeve, se puede observar además que los sujetos recurrieron a una perspectiva cognitiva como es el caso de la memoria, para interpretar un estímulo. Basándose en su conocimiento sobre las emociones, pudieron dar una opinión de lo que le parecía cada imagen con su texto. Con un enfoque más Darwiniano podemos decir que los sujetos comprenden que el lenguaje puede ser engañoso y que las expresiones hablan por sí solas sin necesidad de contexto. Esto es gracias a la idea de que las emociones son incorporadas naturalmente y por herencia y son fácilmente reconocibles (ceño fruncido, cejas levantadas, etc). Siguiendo con Darwin, se pudo ver gran influencia de los hábitos e instintos en las respuestas de los sujetos, asociando casi instantáneamente ciertas reacciones con las emociones (dolor, tristeza; ojos apretados. Felicidad, Alegría; sonrisa, semblante animado, entre otros). Por último, y con mayor influencia de James, podemos ver cómo los sujetos relacionaron estados físicos con ciertas emociones, como en el caso de la tristeza, en el que todos, por la expresión del niño, concordaron que la emoción era dolor.  Así también, hicieron uso de la consciencia en la emoción de asco, diciendo que la mujer “vio el queso, percibió el olor, y sintió asco”.

 Con esto, vemos que en definitiva las emociones son verdaderamente innatas ya que los sujetos fueron capaces de reconocer instantáneamente ciertas expresiones, pero así también son aprendidas en base a distintas situaciones de la vida cotidiana de uno (como la preocupación, al pensar que uno va a reprobar un parcial, o la angustia cuando recibe un golpe, o la euforia cuando uno se siente a gusto con lo que pasa a su alrededor). Por otro lado concluimos también que indudablemente las emociones provienen de objetos materializados por la consciencia (como dice James), ya que se expresó en varios casos que ciertas emociones surgieron en el momento que algo entró en el plano de la consciencia. Por último, apoyándonos en Wundt, concluimos que los elementos objetivos como el ambiente y los estímulos es fundamental a la hora de condicionar la percepción de la expresión de una emoción y la emoción que esta expresión carga.

 

Bibliografía

r

Wundt, Wilhelm (1879). Compendio de psicología. Apartado I. Elementos psíquicos.

Darwin, Charles (1872). La expresión de las emociones en el hombre y en los animales.

James, William (1945). Compendio de psicología.

Johnmarshall, Reeve (1994). Motivación y emoción.