La Seria Amenaza del Acoso Sexual en el Ámbito Laboral
El acoso sexual es, desgraciadamente, un fenómeno muy extendido en el mundo laboral en nuestros días, existiendo una cierta preocupación global sobre el mismo, surgiendo con el paso del tiempo nuevas formas más allá de la tradicional en la que es la empleada de sexo femenino quien lo padece a manos de su superior varón.
La víctima del acoso puede llegar a sufrir consecuencias terribles. Daños emocionales, pérdida de autoestima, trastornos de sueño o depresión, entre otros. Todos tenemos, como trabajadores, el derecho a desarrollar nuestra labor por cuenta ajena sin ningún tipo de interferencia o incomodidad.
Pasamos muchas horas al día en nuestro empleo como para tener que sentir miedo o agobio ante este tipo de situaciones.
¿Cómo podría definirse el acoso sexual?
Se trata de una forma de discriminación sexual, que podría ser considerada como una conducta de contenido sexual, no deseada por la persona a la que va dirigida, y que podría consistir en cualquier solicitud de favores sexuales u otras conductas físicas o verbales de naturaleza sexual.
Para poder hablarse de acoso sexual, la sumisión o el rechazo a esta conducta debería afectar, explícita o implícitamente, al empleo de dicha víctima, o cuando menos interferir en la realización de su trabajo, pudiendo dar lugar a un entorno de trabajo intimidatorio, hostil u ofensivo.
¿Estoy siendo víctima del acoso?
Una de las cuestiones más controvertidas en relación con el acoso en el lugar de trabajo consiste en discernir si se está o no siendo víctima del mismo. Hay ocasiones en que la cuestión no admite duda alguna, cuando la conducta de quien lo perpetra resulta muy evidente, directa y maliciosa, incluso con proposiciones indecentes o amenazas.
En otros casos, ésta se desarrolla de modo mucho más sutil, incluso a través de bromas, insinuaciones y comentarios inapropiados, miradas lascivas o roces aparentemente inocentes. Este tipo de casos precisan de mayor atención por parte de la víctima, y de una valoración sobre el trato de quien así actúa con el resto de los trabajadores de la Empresa.
Así, si este tipo de actuaciones únicamente fueran dedicadas a esa persona y pudiera apreciarse una cada vez mayor intensidad en las mismas; podría hablarse de acoso sexual, siempre y cuando, por supuesto, éstas no fueran deseadas por parte de la víctima y lo hubiera manifestado expresa o tácitamente al acosador.
Modalidades más frecuentes del mismo
Es posible distinguir diversas modalidades de acoso (así, por ejemplo, cada vez se habla más sobre el de tipo homosexual, entre personas del mismo sexo). Entre ellas, las más frecuentes son:
El Quid Pro Quo, cuando el acosador tiene algún tipo de autoridad sobre la víctima y hace uso de la misma para solicitar o demandar la realización de actividades sexuales a cambio de favores en el trabajo (ascensos o aumentos de sueldo, por ejemplo), o incluso amenazándole con el propio despido. La creación de un entorno de trabajo hostil, que se podría dar de múltiples formas que no tendrían por qué implicar un contacto físico, como pudieran ser bromas de muy mal gusto o amenazas; creándose una intimidación sobre la víctima y viciando así su entorno de trabajo.La necesidad de luchar contra este fenómeno
Este tipo de actos inmorales y hostiles deberían ser tratados a conciencia en la Empresa, bajo una política de tolerancia cero. Así, si lo sufrieras sería preciso que alertaras de tu situación a tus superiores de modo que éstos puedan tomar medidas disciplinarias contra el acosador.
No obstante, cuando quien lo perpetra es el propio Jefe, o si éste tiene lugar con la connivencia o tolerancia de los altos cargos, podría ser necesario que te plantearas contratar a un buen abogado experto en materia laboral que te representara.
Todos tenemos Derecho a ser tratados de forma igualitaria en el trabajo, libres frente a cualquier comportamiento no deseado. La confianza y el respeto mutuo resultan fundamentales para preservar una buena dinámica en el mismo.
Jose Alberto Andrío Espina
www.aa-indemnizaciones.com
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