Los Conflictos y disputas con tu Ex pareja podrían causar un grave daño a vuestros hijos
Muchas veces cuando tiene lugar la separación o el divorcio de una pareja, los cónyuges quedan tan absortos por sus disputas y riñas que no se detienen a pensar en los efectos que podría tener ese conflicto continuado que sostienen en sus hijos.
Son distintos los ámbitos en que la vida y el carácter del menor pueden verse afectados, haciéndose ello más evidente una vez que alcanzan la etapa adulta. Por lo pronto, en la niñez, es posible advertir en ellos una mayor introversión y, en muchos casos, incluso comportamientos asociales. Además, suele producirse una disminución considerable en su rendimiento escolar.
Las peleas y riñas tras la separación o el divorcio
Pese a que cuando se plantea en la pareja la opción de la ruptura ésta se ve como una forma ideal para acabar de raíz con la situación de crisis continuada que se ha venido profundizando en el entorno familiar; en ocasiones las disputas continúan una vez que sucede aquella.
En efecto, lo normal es que se produzca un recrudecimiento en las discusiones desde el momento en que la pareja decide optar por la vía de la separación o el divorcio. Son muchos los asuntos que podrían originarla: el reparto de los bienes, la custodia de los hijos, la posible pensión compensatoria a favor de alguno de los cónyuges o un eventual traslado a otra ciudad por parte de alguno, entre otros.
Y ese aumento en las riñas y peleas, que en muchas ocasiones tienen lugar con los hijos delante, causa en ellos un gran estrés emocional. Si son muy pequeños, seguramente no podrían comprender por qué papa y mama discuten de esa forma. Si son más mayores, podrían llegar a autoasumir algún grado de culpa en la ruptura.
Habrá grandes posibilidades de que el trauma que se genera en esta etapa les acompañe durante toda su vida, afectando a su personalidad y a las relaciones amistosas o afectivas que pudieran desarrollar en el futuro.
En muchas ocasiones, los propios hijos en la etapa adulta asumen los modelos de conflicto que durante su infancia advirtieron en sus padres. Es preciso evitarlo. Pese a que pudiera sonar complicado teniendo en cuenta lo traumático de la situación para vosotros, a la larga será posible advertir los beneficios de ese esfuerzo.
Afrontar la ruptura de forma civilizada, pues, os será de gran ayuda a todos, y garantizará que vuestros pequeños puedan crecer y convertirse en adultos sanos y felices.
Begoña Cuenca Alcaine
www.aa-divorcios.com
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