Las consecuencias de una posible negativa a someterse a unas Pruebas de Paternidad

Los descubrimientos en materia genética han permitido que en la actualidad sea posible determinar con una fiabilidad casi total los vínculos entre las personas. Su aplicación en cuestiones legales es hoy una realidad, en temas tales como el reconocimiento de Derechos sucesorios o la fijación de obligaciones de alimentos a favor de los hijos.

En efecto, en muchas ocasiones se plantean ante los Tribunales Demandas de Paternidad, a través de las cuales se persigue probar y reconocer a efectos legales el vínculo biológico entre dos personas de tal manera que de ello se desprendan ciertos efectos.

La admisión a trámite de una Demanda de Paternidad

Dada la trascendencia y el carácter sensible de este tipo de casos, y los posibles perjuicios que alegaciones infundadas podrían suponer sobre la persona sobre la cual se realizaran, la admisión a trámite de las Demandas de esta naturaleza requiere de un examen muy preciso por parte del Juez de las circunstancias del caso.

Y es que están en juego Derechos tan esenciales y personalísimos como son su intimidad o su honor y su imagen pública.

Así, sería preciso que quien alega dicha paternidad estableciera ciertos indicios de peso que pudieran ir en la dirección de probar que en efecto pudo producirse un contacto entre la madre y el supuesto o alegado progenitor. Por ejemplo, fotos en las que ambos figuraran juntos en actitud muy cercana.

De no darse esta base mínima sobre los hechos que se van a debatir, la Demanda podría ser inadmitida por el Juez.

Las pruebas de paternidad mediante ADN y las consecuencias de una posible negativa

El Proceso de Declaración de la Paternidad gira en torno a este instrumento probatorio. Su elevado grado de eficacia, cercano al 99,9% dará respuesta a la duda razonable planteada ante el Tribunal. Las mismas pueden llevarse a cabo mediante algo tan simple como un cabello o una prueba de saliva o de sangre.

Pero, ¿Hasta qué punto es voluntario el sometimiento a dicha prueba? Como es lógico, un Juez de lo Civil no puede obligar al supuesto padre a someterse a las mismas. En otras palabras, ésta nunca tendrá lugar sin el consentimiento expreso del progenitor.

Sin embargo, su negativa podría traer consigo ciertas consecuencias. Y es que el conjunto de evidencias presentadas para sustentar la Demanda de Paternidad, junto con la propia negativa por parte del supuesto padre a someterse a unas pruebas tan certeras y seguras, podrían ser considerados como fundamentos más que suficientes por parte del Juez o Tribunal para determinar que, en efecto, esa persona es el progenitor del supuesto hijo, aún cuando no se hubiera practicado la prueba en cuestión y pudiera no existir total seguridad sobre ello.

Evidentemente suele entenderse que detrás de la negativa podría esconderse una duda totalmente fundada y más que razonable por parte de ese varón sobre su posible paternidad, algo que le llevaría a optar por negarse a someterse a la susodicha prueba.

En otras palabras, se entiende que si no se somete a las mismas, es porque algo tiene que esconder. Así lo vienen entendiendo los Tribunales al dar efectos probatorios a dicha negativa.