Las ventajas de la Custodia Compartida en el Desarrollo de los Hijos

La modalidad de custodia compartida ha venido extendiendo su vigencia e implantándose en la mayor parte de países debido a sus grandes beneficios, corroborados por numerosos Estudios Psicológicos, que ensalzan sus bondades respecto de la custodia monoparental de cara al desarrollo integral del menor.

Entre otras, se cita como principales ventajas en este sentido que:

- Supone una mejor relación de ambos progenitores entre sí y con sus hijos, encontrándose éstos más satisfechos con la frecuencia y la duración de sus encuentros y permitiendo así mismo una mayor flexibilidad y adaptación a la situación de cada uno.

- Ello a su vez supone que, libres de la frustración y los sinsabores que podría provocar el que se concediera la custodia a un único progenitor, los padres puedan centrarse en lo verdaderamente esencial: el cuidado y la atención a sus hijos.

- Además, al fomentar la consolidación de una relación amistosa y de cooperación entre los padres, será posible reducir los conflictos entre ambos, entre otros ámbitos, de cara al pago de la pensión de alimentos a favor de los hijos.

- Permite mitigar los posibles efectos negativos del divorcio en el niño, incluyendo su introversión, el desarrollo de comportamientos asociales o la pérdida de autoestima y confianza propias del mismo.

- Con ello será posible reducir la posibilidad de que el niño experimente problemas escolares, disminuyendo así el riesgo de fracaso escolar.

- Además, el niño se adaptará con mayor rapidez y tendrá una disposición más positiva hacia los cambios propios de su nueva situación respecto a la que presentaría con un régimen de custodia monoparental.

- Al mejorar dicha adaptación, se observan en una medida mucho menor casos de conducta o comportamientos agresivos en el mismo.

Como puede verse, los aspectos positivos de esta modalidad de custodia son muy notorios, y si bien es cierto que requiere de un cierto esfuerzo y compromiso por parte de los progenitores para poder llevarse adecuadamente a término, al final ese empeño valdrá la pena, y tendrá como resultado una mejor relación de ambos con vuestros hijos.

Sentarse a hablar con tranquilidad y afán constructivo puede ser el primer paso hacia una felicidad futura.

Begoña Cuenca Alcaine

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