Esguince Cervical derivado de un Accidente de Circulación
Las posibles secuelas de los accidentes de circulación son extremadamente diversas, resultando gravemente amenazadoras para la integridad física de la persona. Traumatismos craneoencefálicos, amputaciones de miembros, rotura de huesos, lesiones medulares o incluso el fallecimiento de alguno de los ocupantes son, entre otras, posibles consecuencias terribles de este tipo de eventos.
Un tipo de lesión muy común y en cierto modo desconocida y subestimada en este tipo de casos son los esguinces cervicales.
¿Cómo se producen estas lesiones?
Este tipo de esguince, denominado también latigazo cervical, tiene lugar cuando, a causa de la colisión en el siniestro de tráfico, el ocupante del vehículo sufre un movimiento repentino de su cabeza hacia atrás, hacia delante o en ambos sentidos; quedando seriamente dañadas las estructuras de su cuello: músculos, articulaciones y ligamentos.
Muchas veces esta lesión no se manifiesta en los compases posteriores al accidente de tráfico (normalmente se producen en colisiones traseras), apareciendo varias horas, días, semanas o incluso meses después, lo cual dificulta enormemente su tratamiento.
En este tipo de casos, por ello, acudir directamente al médico (en este caso el especialista correspondiente sería el reumatólogo) ante el menor síntoma será fundamental. Los retrasos en el tratamiento podrían derivar en secuelas de tipo permanente
¿Cuáles son sus síntomas más significativos y su periodo de convalecencia?
La falta de movilidad en la zona del cuello, así como el dolor sentido en la misma y en otras partes como los hombros o los brazos son los principales aspectos que podrían hacer saltar las alarmas por una posible lesión por latigazo cervical.
También los dolores de cabeza o los mareos y vértigos padecidos a raíz del accidente de tráfico podrían resultar esclarecedores a la hora de determinar la posible presencia de la misma.
Se calcula que en torno al 50% de los casos de esguince cervical presentan un periodo de convalecencia con las molestias y dolores propios del mismo de entre uno y tres meses, mientras que hasta en un 10% de los supuestos las secuelas podrían cronificarse, padeciendo el afectado dolores durante el resto de su vida.
Reclamación por los daños sufridos
Pese a la contrariedad que pudiera resultar ponerse a pensar en la posibilidad de interponer una reclamación en un momento en el que lo más importante es centrarse en la rehabilitación de la lesión, no debe subestimarse la necesidad de llevarla a cabo.
Un accidente de tráfico conlleva innumerables gastos y daños materiales (entre ellos los del propio automóvil), así como la consiguiente pérdida de ingresos debida a la imposibilidad de poder trabajar (más aún si quien lo hubiera padecido trabajara como Autónomo), debiendo la persona convaleciente permanecer en situación de baja médica, en muchas ocasiones como hemos visto durante varios meses.
Obtener una indemnización en el caso de que el accidente de circulación no hubiera tenido lugar por tu causa podría suponer un importante paliativo, que permitiría en cierto modo aliviar las consecuencias adversas del mismo.
Jose Alberto Andrío Espina
www.aa-indemnizaciones.com
José Alberto Andrío Espina www.aa-indemnizaciones.com
Registro automático