Historia de una madre soltera - Capitulo 2: Me a traes esa mujer

Mi madre había entrado en mi habitación y confirmo que estaba embarazada.

¿Estas embarazada?

- NO- fue lo primero que quise decir pero era inútil seguir negándolo, sus ojos se llenaron de lágrimas rápidamente y una sombra oscureció su rostro, había rabia, pena, decepción y todas las emociones que pudieran existir para ese momento tan difícil.

¡ME TRAES A ESA MUJER! -fue lo siguiente que escuche después que mi madre salio de mi habitación a darle la terrible noticia a mi padre.

Fueron las palabras mas frías y distantes que había escuchado jamas, al oírlas me hicieron sentir que no era hija de ese hombre, sentí que todos esos años de vivir juntos como su hija mayor habían sido un simple sueño del cual acababa de despertar, yo era una extraña que había hecho una terrible maldad a la familia que me había acogido.

Al llegar a su habitación no pude levantar la mirada, sentía que sus ojos me atravesaban con ira; tal vez en estos momentos muchas de ustedes tendrán una idea de lo que sucedía en ese instante sobre todo si eres o fuiste una adolescente cuando quedaste embarazada.

Sin poder levantar la mirada y sintiendo todo mi cuerpo temblar, solo esperaba que algo me golpeara, esperaba que mi padre arremetiera con toda sus fuerzas contra mi para castigarme, pero nunca sucedió tal vez por que la noticia había hecho que no pudiera moverse o por que con la sabiduría de padre supo que si comenzaba a golpearme no podría detenerse.

Luego llegaron las preguntas de rigor… ¿Cuantos meses tienes?, ¿Donde esa ese hombre?, ¿porque no se ha hecho responsable?, ¿te ha abandonado?.

Casi no pude responder por que las palabras se quedaban en mi garganta, sin querer salir por miedo a cualquier reacción pero con gran esfuerzo pude contestar… tengo 8 meses, el no sabe nada de mi embarazo, – fue lo único que pude responder antes de que comenzara la riña sobre lo irresponsable que había sido por no llevar ningún control pero sobre todo escuché ¡¡COMO NO VA A SABER… VAYA A BUSCARLO INMEDIATAMENTE!!.

Salí lo mas rápido que pude de la habitación con rumbo a la calle pensando en que hacer, lo único que se me ocurrió fue acudir por ayuda a una amiga que gracias a Dios me ayudo como yo necesitaba, sin esas preguntas que hacen las “amigas” cuando se enteran del ultimo chisme y tratan de saber hasta el ultimo detalle, mi amiga me abrazo diciéndome: No te preocupes ahorita mismo vamos.