Historia de una madre soltera - Capitulo 3: Todo estara bien… te amo

Es de esperarse que tu “pareja” a quien practicamente le dijiste “no quiero que me estorbes en mis estudios – vete”, pues este un poquito resentido contigo y esa fue su primera reacción cuando mi amiga toco su puerta temprano en la mañana diciéndole “mari quiere hablar contigo”, era mas que esperarse la respuesta “ESTOY OCUPADO”… pero no contaba con el genio de mi amigota, claro que yo estaba esperando una cuadra lejos de su casa y solo puedo imaginar los gestos de ella diciendo “NADA QUE ESTAS OCUPADO, MARI TE NECESITA AHORA ASI ES QUE AQUÍ TE ESPERO, APURATE”, y así lo hizo pues unos minutos mas tarde aparecieron los dos, él con una cara de pocos amigos y ella me dio un abrazo dandome fuerzas para luego apartarse solo unos metros por si se ofrecía alguna cosa.

Su rostro trataba de ser indiferente intentando ocultar su asombro al ver mi cuerpo crecido, … yo estaba demasiado nerviosa como para inventar algún saludo o palabras para romper el hielo, solo atine a decir “hola, estoy embarazada, mi padre quiere hablar contigo”, supongo que el shock fue igual para el porque también solo dijo “¿cuantos meses tienes?”– dije: “8 meses y medio” y todo esto lo dije sin levantar la mirada preparándome para una respuesta obvia en los hombres que gracias a Dios nunca llegaron, pero no pude contener las lágrimas cuando después de tantos meses difíciles sentí un abrazo cálido y lleno de sentimientos, levanto mi rostro con sus dedos y al cruzar nuestras miradas dijo “todo estará bien… te amo”, por un segundo el tiempo se detuvo y sentí paz, hubiera deseado que ese segundo durara para siempre pero era un deseo imposible.

Minutos después estaba caminando con mi amiga rumbo a casa, después de haberle contado todos los detalles de nuestra conversación nos despedimos con un abrazo y el infaltable “QUEDATE TRANQUILA… SUERTE”.

Felizmente cuando llegué a casa mi padre ya se había ido a trabajar, aunque igualmente no pude escapar de los ojos acusadores de mi madre y su desquite enviándome con una de mis tías al centro medico para ser revisada, obviamente sin advertirme de que se trataba la revisión o como iba a ser, es por eso que mientras el doctor me hizo recostar en una camilla con una especie de sujetador de piernas y sin ropa interior supe que esa era la venganza de mi madre y digo venganza por que ella sabia como era esa revisión y lo incomoda que debio ser para ella tambien la primera vez que se la practicaron sin embargo dejo que afrontara eso totalmente sola y sobre todo sin prevenirme.

Después de sentir las manos frías del doctor y alguno que otro instrumento, salí del consultorio con lágrimas en los ojos con la sensacion de haber sido ultrajada, luego escuche las indicaciones y las reprimendas por lo descuidada que habia sido ¡bah! como si no tuviera bastante ya.

Cuando llegué a casa tenia la sensacion de que lo primero que iba ver en el rostro de mi madre era una especie de satisfacción y curiosidad por si la revisión del doctor había sido tan incomoda para mi como lo esperaba, — es por eso que evite levantar la mirada y no ver una supuesta sonrisa de satisfacción así es que si la hubo pues jamas lo sabré.

Llego la noche y opte por encerrarme en mi habitación para evitar a mi padre porque obviamente sentía que mi sola presencia era insoportable para el. Por la mañana llego el nuevo y recién enterado “papá”, quien no recibió tantos regaños como yo puesto que el también había sido víctima de mi “engaño” por lo tanto se unió al coro de reprimentas para mi, cosa que en cierta manera podía soportar sin queja pero las palabras que siguieron a éso hicieron que mi voz recientemente reprimida y apagada, sonara como el rugido de un león herido.

Mi padre estaba ordenando un matrimonio a la velocidad de la luz.