Aprendizaje III
En la tarde del mismo día se realizó la reunión entre los altos mandos para recibir las órdenes tácticas dispuestas por los cónsules, para que posteriormente estos difundan las órdenes dentro de sus propias unidades a cargo. Entre ellos estaba Cneo, el cual estuvo a cargo de informarle a los équites.
Tercio escuchó atentamente las instrucciones pero aún así tenía muchas dudas. En un principio pensó que era por su inexperiencia, pero notó en el rostro de muchos de sus compañeros que él no era el único. No obstante, no solo proyectaban duda, sino también un malestar que Tercio no podía describir. En tanto, Cneo se le acercó.
-¿Qué pasa Tercio? ¿Algo te preocupa?
La seriedad de Tercio sorprendió a su amigo
-No entiendo esta sensación. Hay cierta inquietud en algunos hombres que no puedo explicar, y lo más raro es que me desconcierta de alguna manera.
-Nerviosismo Tercio. Aun hasta los más valientes sienten la ansiedad antes del combate-dijo Cneo tratando de tranquilizar a su amigo.
Tercio asintió, pero en el fondo, no estaba del todo conforme con su respuesta. Pero se propuso olvidar esa preocupación cambiando el tema.
-¿Qué opinas sobre el planteamiento táctico?
-Estamos siguiendo la misma formación de siempre, y eso es bueno en un enfrentamiento directo. Además, con la fuerza de ocho legiones juntas, verás que las líneas tendrán una gran profundidad, lo que nos dará mayor empuje. Por lo tanto, la idea será romper la línea cartaginesa, lo que será inevitable para Aníbal si nos enfrenta en el campo abierto, ya que ninguna de sus tretas le servirá para contenernos.
Estas palabras dieron sentido a las órdenes recién recibidas y llenaron de confianza a Tercio, el cual comenzó a deducir la idea de este planteamiento
-Es decir, la simpleza de la táctica vencerá a cualquier estrategia de Aníbal, mientras tengamos la superioridad numérica, ya que como dicen “si no puedes con un martillo, usa uno más grande”.
-Exacto, la clave será la potencia de nuestra infantería- prosiguió Cneo intentando completar la deducción de Tercio- lo que nos permitirá solventar la superioridad que poseen los cartagineses en cuanto a la caballería. Por lo que nuestra tarea será contener el flanqueo enemigo el máximo tiempo posible.Cneo completo la idea de tercio, pero a este le descolocó sus últimas palabras.
-¿El máximo tiempo posible? Eso quiere decir que…
-Sí. Nosotros los équites tendremos la parte más sangrienta de la batalla. Será una pesadilla- sentenció Cneo amargamente.
-Pues si solo será una pesadilla-respondió Tercio- solo será un sueño más del cual despertar.
-Espero que esas dotes de orador sean comparables a tus habilidades como jinete Tercio, así que prepárate, porque mañana habrá guerra.
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